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CORINNE H.: EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL DE LA LUNA LLENA
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De: moriajoan  (Mensaje original) Enviado: 24/03/2011 15:52

 

Ana y Víctor - 'Luna'

 

 

EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL DE LA LUNA LLENA

CORINNE HELINE 

 

Corinne Heline

 

Así como la Luna Nueva marca el tiempo de los nuevos comienzos de

Rededicación y Reconsagración a los más elevados ideales a los que uno

pueda aspirar, así la Luna Llena marca el tiempo de Realización, Logro y

Cumplimiento, las tres palabras que expresan su tónica espiritual. Y

como el Bautismo que generalmente se observaba en época de Luna

Nueva como la ceremonia de rededicación y reconsagración del Ego a

eso, lo más elevado en el hombre, el Dios Interior, así también la

profundización de la realización, la exaltación del logro espiritual, y la

gloria del sublime cumplimiento están todos incluidos en el hermoso

ceremonial de la Fiesta del Amor Místico o Eucaristía, que en los

Templos de Misterio se celebraba en la noche de Luna Llena.

El elevado logro del Misterio de la Eucaristía no puede ser adquirido en

unos pocos meses, o años, sino que requiere un espacio de muchas

vidas. Sin embargo un goce anticipado de esa gloria toca la conciencia

de cada sincero aspirante, dondequiera que él se encuentre en la Senda,

pero humildemente. Participar del Rito de Cumplimiento significa que la

personalidad ha llegado a ser el siervo obediente, en todo momento, de

las inspiraciones del Espíritu. Significa que ha ganado la suprema

conquista, la de sí mismo. En la Vida de Dante esto había sido superado

cuando llegó a la cima del Monte del Purgatorio, y Virgilio, su maestro y

guía espiritual, le dijo: “¡Con la corona y la mitra te nombro soberano de

ti mismo!” Y volviendo a la Biblia, ese supremo Libro de la Vida,

hallamos entre sus más importantes personajes a aquellos quienes han

alcanzado este elevado sitial de desarrollo.

En el décimo-quinto capítulo del Éxodo, Moisés entrega su triunfal canto

de completa conquista de si mismo. El declara “El señor es mi fortaleza,

y mi cantar. El Señor es mi salvación. A causa de Él he triunfado”. En

estas palabras él describe su milagroso paso a través del Mar Rojo.

Esotéricamente se le llama, con toda propiedad, Rojo a este mar porque

simboliza el color Marcial de la pasión física a la que está sujeta la

naturaleza emocional. Los ejércitos del Faraón, quienes perseguían a los

israelitas y quienes fueron tragados y ahogados por las aguas del Mar

Rojo, representan a aquellos quienes no han vencido sus tendencias

emocionales inferiores y por consiguiente son tragados por las aguas de

la pasión y el deseo. Moisés y los israelitas, en cambio, representan a

aquellos quienes han dominado su naturaleza inferior. Para ellos los

fluidos emocionales retroceden y caminan con los pies secos hacia las

gloriosas vistas de la Tierra Prometida. Por la conquista de sí mismo

cada obstáculo que pudiera entorpecer el camino a la propia maestría y

la Iluminación con seguridad será removido.

Los Salmos de David son himnos de varios grados de Iniciación. Algunos

están dirigidos al principiante, o neófito; otros fueron compuestos para

aquellos quienes han avanzado más lejos en la Senda; y aun otros

mencionan el exaltado estado de las almas que llegaron a la conciencia

cósmica. En el Salmo Veinticuatro, por ejemplo, escuchamos las

triunfantes armonías del canto de un Iniciado: “Alzad, oh puertas,

vuestras cabezas y alzaos vosotros, puertas eternas, y entrará el Rey de

Gloria. Este Rey de Gloria no es sólo el Señor Dios de los Ejércitos. Es

también el luminoso Ser que ingresa en conciencia y expresión en el

alma que ha alcanzado el lugar desde el cual pueda abrir las puertas a

los mundos espirituales para entrar y salir a voluntad. Con este logro

viene la habilidad para estudiar, enseñar y servir conscientemente en

ambos planos, el interno y el externo como las condiciones y

circunstancias lo requieran.

En sus epístolas San Pablo esbozó el sendero del Iniciado como él mismo

lo experimentara. Por eso pudo pronunciar esas conmovedoras palabras

que innumerables “atletas de Dios” han proclamado después de él: “He

peleado la buena batalla. He guardado la fe. He acabado la carrera”.

El Señor Cristo retuvo lo más avanzado de su enseñanza hasta el

término de Su ministerio terrenal. Los profundísimos misterios que El

vino a revelar fueron impartidos a Sus discípulos más adelantados

cuando se reunieron en el “Aposento Alto” y compartieron la “Última

Cena”. Esta observancia perpetuó los antiguos ceremoniales de Templo

conocidos como la Fiesta del Amor Místico, y los santificó como el más

santo de los sacramentos Cristianos. La Eucaristía, o Santa Comunión,

como observada por la Iglesia yace en el mismo corazón de la fe y

práctica Cristiana.

De nuestro volumen, El Misterio de los Cristo citamos: La Última Cena o

Rito de la Eucaristía ha formado parte de cada enseñanza iniciática que

haya sido entregada al hombre. En Egipto los místicos pan y vino

significaban las bendiciones del Dios Sol, Ra. En Persia la Eucaristía era

parte de los Misterios Mithraicos. En Grecia el pan era sagrado para

Perséfona y el vino para Adonis. También se refieren a este Rito en un

antiguo fragmento del Rig-Veda de la India. “Hemos bebido soma se lee

en un pasaje: “Nos hemos convertido en Inmortales, hemos entrado en

la luz, hemos conocido a los dioses”.

Cada Era, pueblo y religión ha recibido este sagrado ritual del pan y el

vino y siempre es observado como el ceremonial que lleva las más

sublimes enseñanzas espirituales que puedan entregarse para la época.

Cada era y religión que se sucede, a medida que la divina revelación se

extiende, el ritual de la Eucaristía ha tomado significados más

profundos, alcanzando su sentido espiritual más elevado cuando el

Cristo, el supremo Maestro Mundial, celebraba el rito con Sus discípulos

en el Aposento Superior a la hora de la medianoche del Jueves Santo

inmediatamente precediendo al Viernes Santo o el Día de la Pasión.

Al momento de la Última Cena este santo servicio fue dividido en tres

partes. La primera consistía enteramente de oraciones e himnos, el

objeto era crear un espíritu de camaradería pura entre aquellos

congregados, pues sólo en un estado de armonía puede llevarse a cabo

efectivamente el trabajo espiritual.

La segunda parte del servicio consistía de las enseñanzas que Cristo les

dio a éstos, Sus más avanzados discípulos, con respecto a la doctrina del

balance o equilibrio, entre las fuerzas masculina y femenina de la mente

y el corazón. El pan incluía la fuerza positiva o masculina (mental), y el

vino el poder negativo o femenino (corazón). Cuando el Cristo proveía a

Sus discípulos de pan y vino, Él al mismo tiempo estaba derramando

desde afuera de Su propio Ser estos poderes duales que Él poseía en un

estado de perfecto equilibrio. Estas dos fuerzas también están

representadas como el Maná del cielo o Pan de la Verdad y el Vino del

Amor.

Astrológicamente, el pan se correlaciona con el signo terrestre de Virgo,

la Virgen del cielo, quien lleva una gavilla de trigo; en tanto el fruto de la

vid, el poder femenino del amor, se correlaciona con el signo masculino

de fuego, Leo, el León real. En estas relaciones estelares descubrimos

como la combinación de los opuestos es tejida a la misma estructura del

Universo. Así la femenina Jerarquía de Virgo lleva escondidos los poderes

masculinos en su interior, y la masculina Jerarquía de Leo las potencias

femeninas. La armoniosa interacción de estos dos poderes, ya sea en la

bóveda de los cielos o en las grietas internas del alma humana, es el

estado que conduce a la integridad, o santidad.

Desde muchos puntos de vista el registro bíblico indica la necesidad

para el hombre de alcanzar el estado de conciencia en el cual pueda

decirse que él es capaz de pensar con el corazón y amar con la mente.

Con tal logro viene la Iluminación.

El hombre puede entonces caminar en la Luz como Él está en la Luz.

En la tercera y última arte del ceremonial de Eucaristía, descubierto sólo

para los “Pocos” o los “Restantes”, el Maestro enseñó a Sus discípulos a

verter los poderes espirituales de la polaridad Amor-Sabiduría en las

substancias físicas, con el resultado que así magnetizados ellos

irradiaban poderes para curar. Esas potencias vivas, energéticas son

transmitidas a puntos contactados por un Maestro que ha sido

intuitivamente reconocido en todas las religiones desde tiempos

inmemoriales y mientras esto ha hado casusa a muchas prácticas

supersticiosas relacionadas con talismanes y reliquias, no obstante hay

una realidad espiritual en el fondo.

Después de la Ascensión y la partida del Maestro, los discípulos se

reunieron cada tarde en aquel Aposento Superior que era sagrado por el

recuerdo de la Mística Comida. El suceso más importante de todo el día

para ellos era la celebración de la Santa Fiesta del Amor. Cuando los

elementos del pan y el vino habían sido cargados con la fuerza vital

cósmica los discípulos los llevarían al enfermo y al triste, y tan

poderosas eran sus emanaciones magnéticas que muchos se sanaban

simplemente con tocarlos o aun mirándolos.

En la tarde de la Pascua de Resurrección, durante la época de Fiesta, en

el camino a Emaús, dos discípulos invitaron a un extraño que iba

pasando a entrar y cenar con ellos. No lo reconocieron como el Maestro

hasta que en la mesa Él puso Sus manos sobre el pan y éste

repentinamente se iluminó como oro derretido. Entonces fue que ellos

supieron que era el Cristo resucitado quien estaba en medio de ellos.

Cuando después Él desapareció de su vista salieron llenos de gozo

proclamando que el Maestro resucitado había retornado a ellos.

En una de sus más importantes interpretaciones la Biblia puede en

verdad ser llamada “El Libro de la Angelogía”. Muchos de sus ilustres

personajes dan cuenta de haber sido rodeados, dirigidos e iluminados

por visitantes angelicales. Algunos de los más maravillosos eventos en la

Biblia ocurren a través de la intercesión angelical. Existe sino un

pequeño reconocimiento de este ministerio celestial en nuestros días

debido a la deslumbrante luz del materialismo. Aun en los templos

donde uno esperaría que a esto se le diera gran importancia le falta el

énfasis que merece. Y sin embargo para aquellos quienes tienen los ojos

para ver y los oídos para escuchar el ministerio angelical continúa

siendo tan esencial y efectivo para la vida humana como siempre lo ha

sido.

Durante las horas de la noche huestes de Ángeles se congregan sobre

las ciudades del mundo, disipando las obscuras nubes astrales que

permanecen sobre ellas. Esta niebla miasmática se compone de los

pensamientos y sentimientos negativos y del mal combinado de la

población. El miedo, la desesperación, la crueldad, el odio, la codicia y

los elementos discordes y destructivos de cada clase obscurecen y

exceden en peso a la atmósfera psíquica. Para contrarrestar esta

evalecerán en el siguiente amanecer para el hombre.

Mientras el ministerio Angelical es continuo, es en la noche cuando los

seres humanos están dormidos y las mentes quietas ellos son más

sensibles a las influencias espirituales.

Dondequiera que haya problemas, tristeza y sufrimientos, los

mensajeros angelicales siempre están presentes para prestar el

amoroso y beneficioso servicio. Ellos se congregan en gran número

sobre los campos de batalla, donde traen paz a los recién fallecidos y

confortan a aquellos que sufren. Los Ángeles también visitan hogares,

hospitales e instituciones mentales durante el día y la noche. Traen luz a

los lugares obscuros, fuerza al débil, esperanza al abatido, consuelo al

desolado y paz mental a las mentes enfermas y perturbadas. Aun

cuando ellos no son apreciadores de personas, siendo ayudadas de

acuerdo a la necesidad y no al mérito, son más felices en el medio

ambiente de aquellos cuyas vidas armonizan con los niveles de

conciencia y expresión más elevados. También se reúnen en gran

cantidad en y alrededor de los lugares sagrados, por ejemplo, los

Templos de Misterio en el plano etéreo y dondequiera que el devoto se

concentre en observancia del Santo Sacramento de la Eucaristía. Su

presencia y participación es sentida internamente por los devotos

adoradores, y aquellos que poseen segunda vista los ven claramente. En

cualquier caso las bendiciones de sus emanaciones áuricas son

evidentes.

En las leyendas del rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, que

en realidad son descripciones disimuladas de las actividades del Templo

que sucedieron en los tiempos medievales, a cada caballero se le

asignaba una silla particular en la cual siempre se sentaba. Arriba de

cada silla y sobre la cabeza de cada caballero se veía una forma

angelical. Pues se decía que Dios destinaba a cada caballero un Ángel

que lo acompañaría en todas sus aventuras, o pruebas, para apoyarlo en

el fracaso y elevarlo en virtud, regocijándose con él en su logro espiritual

conforme progresaba en su Senda de Iniciación elegida.

Realización, Logro y la sublime gloria del Cumplimiento – éstas son las

tónicas espirituales que transmiten el verdadero significado de la noche

de Luna Llena. Las leyendas nos cuentan que después que Pedro hubo

negado a su Señor sufrió tales terribles agonías de penitencia y

humillación que él literalmente fue reformado, y su naturaleza inferior

pasó a través de la completa transmutación. Fue entonces cuando él

llegó a ser de hecho y en verdad San Pedro el Iniciado, y fue la Iniciación

de Pedro a la que el Señor Cristo se refirió en las palabras: “Sobre esta

roca construiré mi iglesia”. Y así fue que según la leyenda Pedro alcanzó

tal santidad que como él caminase a lo largo del sendero, dondequiera

que su sombra cayese sobre los enfermos éstos serían sanados, y al

levantarse, con gran gozo y triunfantemente proclamarían el Santo

Nombre y su poder transformador.

“He peleado la buena batalla. He guardado la fe. He acabado la carrera”.

Tal es el glorioso ideal mantenido por aquellos grandes discípulos

espirituales, San Pedro y San Pablo. Y a medida que avancemos sobre la

Senda de Luz, también aprenderemos a superar las turbulentas aguas

del Mar Rojo. Asimismo permaneceremos sobre suelo seco y daremos

una mirada a esa Tierra Prometida que es el dorado amanecer de la

Nueva Era, ahora aproximándose tan rápidamente; esa Era en la cual la

Paternidad de Dios y la Hermandad del Hombre vendrá a ser una

realización viviente en todas partes del Mundo.

 


 

 


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Mitzi Enviado: 28/03/2011 12:51
 
Los pueblos antiguos conocian muy bien la pronunciada influencia de la luna, especialmente sus fases de llena y nueva.  Seria bueno que dieramos un poco de atencion a esto.  Hay que estar conscientes de que propician poder espiritual y aquellos que estan en desarrollo pueden beneficiarse al ponerse en comunion con esas fases.
 
Muy linda presentacion tanto en contenido como imagen y musica.  Gracias!
 
 
Mitzi


 
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