El ideal de igualdad, es el fruto de la civilización, no se encuentra en la naturaleza.
Libro de Urantia. Pág.794
Esta cita puede sacar roncha a muchos, que en forma ilusoria y utópica hablan de igualdad como el mayor de los derechos humanos, pero no es sólo la naturaleza sino que también los mismos regímenes políticos que hacen gala de ella, nos han demostrado que la igualdad es un lindo ideal, pero imposible de hacer realidad en este mundo, porque cada ser humano es diferente, la ciencia lo ha ratificado a través del ADN y la naturaleza nos lo demuestra en todo, no hay dos rosas iguales y cada día amanece a una hora diferente.
Es cierto que a los ojos de Dios todos los hombres somos iguales, Jesús dijo: "Todos los hombres son mis hermanos. Mi Padre celestial no menosprecia a ninguna de las criaturas de nuestra creación. El reino del cielo está abierto para todos los hombres y mujeres. Ningún hombre puede cerrar la puerta de la misericordia a un alma hambrienta que procura entrar. Nos sentaremos a comer con todos los que deseen oír sobre el reino. A los ojos de nuestro Padre que nos contempla desde lo alto, todos los hombres son iguales. No os negaréis pues a romper el pan con un fariseo o un pecador, un saduceo o un publicano, un romano o un judío, un rico o un pobre, un hombre libre o un esclavo. La puerta del reino está abierta de par en par para todos los que deseen conocer la verdad y encontrar a Dios. 1541
Sin embargo este amor divino no es generalizado, porque "Dios posee comprensión plena de las necesidades de cada criatura inteligente para funcionar y experimentar, y por lo tanto, en cada situación, ya se trate del destino de un universo o del bienestar de la más humilde de sus criaturas, pues "a través del circuito de personalidad el Padre está informado y tiene conocimiento personal, de todos los pensamientos y actos de todos los seres, en todos los sistemas de todos los universos de toda la creación. Aunque no podemos comprender plenamente esta técnica de comunión de Dios con sus hijos, podemos fortalecernos en la seguridad de que «el Señor conoce a sus hijos», y que «él toma nota de dónde hemos nacido» cada uno de nosotros.363"
"El amor paterno individualiza absolutamente a cada personalidad como un hijo del Padre Universal, un hijo sin duplicado en el infinito, una criatura volitiva e irreemplazable en toda la eternidad.138" entoces ¿cómo podemos pretender que los hombres sean iguales?
"La naturaleza no le confiere al hombre derechos, sino vida, y un mundo en donde vivirla. La naturaleza no confiere ni siquiera el derecho de vivir, tal como se puede deducir, si consideramos lo que probablemente le sucedería a un hombre inerme, si éste se enfrentara con un tigre hambriento en el bosque primitivo.793"
Cada ser humano debe entregar lo mejor de sí mismo para el buen desarrollo de la sociedad en que vive, cada uno cumpliendo su propio rol, teniendo en cuenta que "nada de lo que haga un hijo de Dios es ordinario"2049 y que la justicia debe ser la brújula que marque nuestra fraternidad, porque la caridad comienza donde termina la justicia y siempre el que más tiene espiritual, emocional, intelectual o monetariamente, es quien más debe dar al que menos tiene, porque "la mente de mayor esclarecimiento espiritual debe ser paciente y tolerante de los intelectos menos dotados que desean el simbolismo para movilizar su débil visión espiritual. Los fuertes no deben mirar con desprecio a los débiles. Aquellos que tienen conciencia de Dios sin simbolismo no deben negar el ministerio gracioso del símbolo a aquellos que encuentran difícil adorar a la Deidad y reverenciar la verdad, la belleza y la bondad sin forma ni rito.999"
Más que llenarnos la boca con la palabra igualdad, mejor practiquemos la verdadera hermandad, porque ella siempre nos dirá que hacer ante cualquier desigualdad, porque "solo el amor a la hermandad, puede impedir que los fuertes, opriman a los más débiles.805 "
yolanda silva solano