Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre.
Libro de Urantia. Pág. 1766
Una de las características de un verdadero hijo de Dios es su positivismo, porque él es una prueba fiel de nuestra amistad con Dios, pues quien lo siente en su corazón, sabe muy bien que ¡ con Dios todo se puede.! Y no se trata de una fe ciega e irrazonable, sino de una fe viva nacida de la experiencia personal. No es posible ignorar o carecer de los problemas inherentes a la vida humana, sino de la forma como ellos son asumidos. Jesús nos dijo: "no os prometo liberaros del mar de adversidades, pero si os prometo que navegaré a través de todas ellas con vosotros." 1767
Un hijo de Dios no deja de sufrir porque no deja de ser humano, al igual que lo hizo Jesús en el Huerto de Getsemaní, podemos pedirle al Padre que aparte de nosotros la pena que nos agobia, pero por sobre esta reacción las lágrimas son serenas, ellas limpian el alma y son la fuerza para mirar hacia el cielo y una vez más entregarnos a la voluntad divina, porque tenemos la certeza que somos amados por un Padre que sólo desea que crezcamos en amor y en sabiduría.
"Si Dios está conmigo, he determinado que no albergo dudas en mi corazón"1453 por tanto estoy pronta a "entregarle mi voluntad, para que se haga su voluntad." 1303 porque" mi mañana, está totalmente en manos de mi Padre del cielo." 1436 y esta confianza en su amor, es lo que proporciona esa paz interior que va más allá de lo imaginable y que hace que "La felicidad en crecimiento constante sea la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766"
El mensaje de Jesús no es de dolor ni de sufrimiento, sino de alegría y de buenas noticias.Cuando no necesitamos ir a buscar a nuestro Padre al desierto ni al templo, cuando sentimos a Dios en nuestra vida cotidiana en lo más íntimo de nosotros, aprendemos a sacar el significado oculto a todo lo que nos ocurre, somos capaces de ver más allá de las simples apariencias y nos damos cuenta que todo redunda en bien, para los que aman a Dios, por eso nuestra confianza crece y somos capaces de entregarnos confiados a la voluntad divina.
Jesús nos invita a vivir y a dar a conocer a otros su mensaje: "Todos vosotros debéis proclamar este evangelio de amor y verdad mediante la vida que viváis en la carne. Os amaréis los unos a los otros con un afecto nuevo, como yo os he amado a vosotros. Serviréis a la humanidad con una devoción nueva y sorprendente, como yo os he servido a vosotros, y cuando los hombres vean que vosotros tanto los amáis, y cuando contemplen cuán fervientemente los servís, percibirán que vosotros sois hermanos de la fe en el reino del cielo, y seguirán al Espíritu de la Verdad al que verán en vuestras vidas, hasta encontrar la salvación eterna. 2044"
Es bueno tener presente que una manera importante de servir a los demás, es tener una sonrisa a flor de piel, para prodigarla sin descanso a tantas almas que caminan estresados y afligidos por las tareas diarias, ese gesto tan sencillo crea un clima de armonía y siempre será la antesala del amor y del cariño, por eso "Cuando los sentimientos del servicio para con vuestros semejantes surjan en vuestra alma, no los ahoguéis; cuando las emociones del amor por vuestro prójimo desborden en vuestro corazón, expresad estos impulsos de afecto en un ministerio inteligente de las necesidades auténticas de vuestros semejantes.1745 No tengamos miedo a sentir el amor y a decir con frecuencia ¡te quiero!
yolanda silva solano
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