
El único poder del ser humano es el poder de sostener un amplio conjunto de energías y llevarlas a un estado de equilibrio creativo (no estático). En realidad, este poder es igual a la habilidad de transformar oscuridad en luz, por ejemplo, el poder de la alquimia espiritual. Aquello que lleva a las energías antiguamente opuestas a un estado de armonía dinámica, es la energía crística, la energía que mantiene la unidad en la fase de la dualidad. Ésta es la misma energía que transforma la oscuridad, aceptándola y de este modo permitiéndole al miedo transformarse en alegría. La energía crística es la ‘tercer energía’, la cual une aceptando. Su fuerza alquímica yace en su cualidad de ser completamente abrazadora, completamente aceptadora e intrépida.
Ustedes, como seres humanos, son los únicos seres que tienen esta habilidad para la alquimia espiritual. Ni las plantas, ni los animales, ni los ángeles, ni los ‘señores de la oscuridad’ tienen este poder.
Todas las almas pueden experimentar cómo es ser luz, cómo es ser oscuridad, cómo es ser todas las diferentes clases de seres que viven en el universo, pero ellas no pueden experimentar cómo es transformar oscuridad en luz mientras se permanece en su forma de vida presente. Ellas no pueden imaginar cómo es cambiar en niveles interiores de tal modo que ustedes crean una realidad diferente (física o espiritual) para ustedes mismos mientras siguen andando.
Las almas que están encarnadas en otras formas de vida diferentes a la humana también ‘crean su realidad’ y tienen libre albedrío, pero tienen menos posibilidades de cubrir estados de conciencia altamente diferentes e incluso opuestos mientras permanecen en el mismo cuerpo, en la misma forma (humana). Ustedes, como humanos, son constructores de puentes – o alquimistas espirituales- y esto es lo que hace únicos a la tierra y al ser humano.
Joshua.