No temáis la resistencia del mal, porque yo estoy siempre con vosotros hasta el fin de los tiempos, Mi paz os dejo.
Libro de Urantia. Pág.2042
En estos tiempo de tanta turbulencias climáticas, sociales y morales es bueno no sólo recordar estas palabras del Maestro, sino hacerlas nuestras y no permitir que las malas notcias nos hagan dudar ni por un momento, del triunfo final de su otorgamiento que tuvo como único fin el mostrarnos a Dios como a nuestro Padre y a todos los hombres como nuestros hermanos, por eso antes de encarnar como uno de nosotros recibió algunos consejos :"descenderás a Urantia en semejanza de carne mortal, y viviendo la vida de un hombre de tu tiempo y generación, actuarás de tal manera que ilustrarás para todo tu universo el ideal y una técnica perfeccionada en el compromiso supremo de los asuntos de tu vasta creación: el logro de que Dios que, buscando al hombre, lo encuentra y el fenómeno del hombre que, buscando a Dios, lo encuentra; y lo harás para satisfacción mutua y en el corto período de vida mortal en la carne.1328"
Hasta la llegada de Jesús, el Padre Universal era temido por el hombre como un dios severo, castigador y selectivo, sin embargo El Todopoderoso no buscaba pleítesía ni adoración sino Amor y esa es la razón por la cual nos envió a su Hijo para que nos enseñara como amarlo como a un Padre amoroso y comprensivo con las debilidades humanas porque "los hombres pueden ser malos por su naturaleza animal, pero no son necesariamente pecadores, porque el mal es la transgresión inconsciente o sin intención de la ley divina y la voluntad del Padre. El pecado es la medida de la renuencia a la guía divina y a la dirección espiritual, y la iniquidad es la transgresión voluntaria, decidida y persistente de la ley divina. La iniquidad es la medida del rechazo constante del plan amante del Padre para la supervivencia de la personalidad y del ministerio misericordioso de los Hijos para la salvación. El que uno sea imperfecto o parcial en lo que la naturaleza le otorgó, no es pecaminoso. El hombre está en verdad sujeto al mal, pero no es en ningún sentido hijo del diablo, a menos que escoja a sabiendas y deliberadamente los caminos del pecado y una vida de iniquidad. 1660"
Es maravilloso detenernos a pensar que Dios en medio de un omnipotencia, busca y necesita del hombre para su propia realización, porque "Dios ama a cada criatura como a un hijo, y ese amor acompaña a cada criatura a lo largo de todo el tiempo y de la eternidad. El amor del Padre actúa directamente en el corazón del individuo, independientemente de las acciones o reacciones de todos los demás individuos; la relación es personal el hombre y Dios.1304 pero como"la mente finita del hombre es incapaz de comprender cómo un Dios tan grande y majestuoso como el Padre Universal puede descender de su morada eterna en perfección infinita para fraternizar con cada criatura humana, entonces tal intelecto finito debe hallar la certidumbre de la comunión divina en la verdad del hecho de que un fragmento real del Dios viviente reside en el intelecto de cada mortal urantiano de mente normal y moralmente consciente. Los Espiritus residentes son parte de la Deidad eterna del Padre Paradisiaco. El hombre no necesita ir más allá de su propia experiencia interior de contemplación del alma de esta presencia de realidad espiritual para encontrar a Dios e intentar la comunión con él.65"
Sin embargo no basta que Dios nos ame, es preciso que cada se humano en forma individual desee recibir este amor y lo comparta con sus hermanos, porque esa es la única forma de vivir las enseñanzas de Jesús en forma real, sin imposiciones emanadas de los ritos o de las jerarquías humanas, porque el acercamiento hacia Dios, el sentirlo como un Padre sólo depende de la voluntad de cada individuo, porque si bien es cierto que " el Padre desea que todas sus criaturas estén en comunión personal con él y tiene un lugar en el Paraíso para recibir a todos los que por su estado de supervivencia y naturaleza espiritual hacen posible tal logro. Dios es accesible, el Padre es alcanzable, el camino está abierto pues el Padre no se oculta espiritualmente, pero muchas de sus criaturas se pierden en las brumas de sus propias decisiones obstinadas y se distancian de la comunión con su espíritu y el espíritu de su Hijo por haber elegido sus propios caminos perversos y por permitirse la arrogancia de sus mentes intolerantes y de sus naturalezas no espirituales.64"
Otra de las grandes pruebas del amor de nuestro Padre es que no nos obliga a amarlo, y por lo mismo nos regaló el don de nuestro libre albedrío, de esta forma "el hombre puede acercarse a Dios y puede abandonar repetidamente la voluntad divina mientras conserve la facultad de elegir. La sentencia del hombre no está sellada hasta cuando haya perdido la facultad de elegir la voluntad del Padre. El corazón del Padre no se cierra jamás a las necesidades y solicitudes de sus hijos. 66·
Hagámonos cargo de nuestra propia evolución, no desperdiciemos lo que se nos está ofreciendo porque "el gran Dios hace contacto directo con la mente del hombre mortal y le otorga una parte de su ser infinito, eterno e incomprensible para que viva y habite dentro de él. Dios se ha embarcado en la aventura eterna con el hombre. Si cedéis a las fuerzas espirituales que moran dentro y en torno a vosotros no podréis dejar de alcanzar el alto destino establecido por un Dios amoroso como meta universal para sus criaturas ascendentes de los mundos evolutivos del espacio.64" vivamos nuestra vida cotidiana de manera tal, que logremos ser una de sus criaturas ascendentes ya que El está siempre con nosotros.
yolanda silva solano