VIDA… VOY A SEGUIR CREYENDO
Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente
lamentablemente pierda la esperanza.
Voy a seguir dando mucho amor,
aunque otras personas siembren odio.
Voy a seguir construyendo alrededor mío,
aún cuando otros destruyan.
Voy a seguir hablando de paz,
aún en medio de una terrible guerra.
Voy a seguir iluminando el camino, aún en medio de la oscuridad total.
Y, seguiré sembrando, aunque otras personas pisen la cosecha.
Y, seguiré gritando al viento y al mundo, aún cuando otros callen.
Y, dibujaré muchas sonrisas, en algunos rostros con lágrimas.
Y, transmitiré alivio, cuando vea que las personas tienen dolor.
Y, regalaré motivos de alegría, donde vea y haya tristezas.
Invitaré a caminar a cualquiera que decidió por su cuenta
quedarse en un sitio, y levantaré los
brazos a los que se han rendido,
y no tienen ninguna esperanza.
Porque en medio de la desolación,
y la amargura siempre
habrá un niño o un anciano vigilante
que nos mirará esperanzado,
tratando de esperar algo de nosotros, aún…
en medio de una gran tormenta.
Por algún lado saldrá brillante, el sol matutino,
y en medio del desierto árido crecerá una planta,
llena de flores y de frutos.
Siempre habrá un pájaro cantando
alegremente alrededor nuestro,
habrá también un niño o un anciano
que nos sonreirá alegremente
y una mariposa que nos brinda su belleza silvestre.
Pero...si algún día ves que no sigo al lado tuyo,
ya no sonrío ó callo, sólo acércate, abrázame
y dame un beso, un abrazo ó simplemente
regálame una sonrisa.
Son esas cosas simples las que nunca se olvidan.
Con eso será suficiente por ahora,
seguramente ya habrá pasado la tormenta
que la vida me abofeteó horriblemente,
y me sorprendió infraganti por un segundo.
Julio C. Ambrosio