Hombre debe a la Mujer
el poder ser en la Tierra
esa parte que del Ser
expresará a la Razón,
y la Mujer debe al Hombre
el poder ser Corazón
y enriquecer a la Vida
con el polo del Amor.
Lo que entre ambos surgía
no fue espacio ni vacío,
fue conciencia de presencia
y un aspecto de ser dos.
Por medio queda el Camino
que es la vida en el Amor
donde la Mujer y el Hombre
aprenderán a ser dos,
pero unidos en su esencia
y en la conciencia de un Dos
que trasciende a cada uno
en el nuevo Ser que son.
Compartir Sabiduría
y compartir el Amor
son los pasos del Camino
y no el quedarse en ser dos,
Cada mitad de ese Puente,
para que puedan ser dos,
lleva impreso en sus adentros
el caber separación,
sin necesidad del otro,
sin compartirse en amor,
fruto del Libre Albedrío
que conciencia elaboró
antes de saber del Ser
que uno en el otro son,
signo de la Libertad
que precisa el nuevo Ser
para que haya Voluntad
en cultivar el Amor.
Y retomando de nuevo
el motivo de estos versos,
surgido cuando pensaba
en la guerra sin sentido
que han venido alimentando
los pilares del Camino;
el hombre con sus orgullos,
sus gulas y desatinos,
y en la mujer vanidades,
dolor e inseguridades,
quiero insistir en que ambos
surgieron el mismo instante
y no como tradición les dijo
sobre el que hombre fue antes
y mujer vino después
para ser su acompañante.
Hombre y Mujer son posibles
desde el instante en que Dios
distanció sus dos Pilares
y les dio aspecto de dos;
Sabiduría por un lado
y por el otro el Amor.
Hombre-Mujer fue llamado
el Puente que se creó
entre aquellas dos aceras
de los Pilares de Dios.
Comprenderán que ambos polos
por separado no son,
sino en el Ser que ambos forman:
"Sabiduría del Amor",
que es la expresión de la Esencia
a la que llamamos Dios.
Rivalizando en aquello
que sentimos puede ser
desde sólo cada uno
y admitir separación.
Cierto que el saber ser uno
se precisa ya en el Dos,
este nuevo ser que Somos
en la conciencia de Amor,
mas no para confrontarse
y alcanzar el ser mejor,
sino para comprenderse
y apoyarse en la razón
de que el uno sin el otro
ni son Camino de Vida
ni alcanzan el esplendor
que la Vida pone en ellos
cuando comparten amor,
cuando se sienten unidos
en los Pilares de Dios,
siendo peldaños de vida
para toda la Creación.
Ambos mueven a la Vida
como seres principales,
surgidos los dos del Ser
en el instante en que Dios
delegó en dos Generales,
exponentes de Sí mismo,
expresión de sus Pilares,
con un designio en la Vida:
"Alcanzar a ser leales
en compartirse en amor
sabiendo en el otro hallarse",
pues lo que brota en el uno
desde el otro es donde nace,
ya que todo son simientes
para Vida alimentarse,
y todo que nace precisa
en dos polos sustentarse,
por eso en Hombre y Mujer
su designio es el amarse.