EL BIEN COMO EL UNICO PODER CREADO POR DIOS
Dicen las escrituras, en el Génesis, que Dios luego de culminar toda su creación la declaró buena.
Dentro de esta creación se hallan los cielos, la tierra, los ríos, los mares, las aves del cielo, los peces del mar, etc.
Para culminar su creación Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, varón y hembra los creó.
Los términos bien y mal, solo representan valores en una escala evaluativo.
Estos conceptos aunque disímiles manifiestan los extremos de una misma escala en la polaridad.
Shakespeare declaró con total sabiduría que no hay nada bueno ni malo, solo el hombre con su pensamiento así lo hace.
Solo existe una realidad. El bien y el mal es solo el sueño efímero del ser humano en donde se refugia para lograr un supuesto placer mientras transita su duro aprendizaje en el plano material.
El hombre en su afán de seguridad desea a toda costa comprender lo que le sucede y lo rodea.
Claro es que estos conceptos varían significativamente en cada ser humano de acuerdo a su cultura, credo, raza y posición social.
Solo algunos conceptos básicos sobre el bien y el mal son compartidos por toda la humanidad, no olvidemos que el conocimiento es uno solo.
Al respecto, los conceptos metafísicos son muy claros:
Todo lo que principia tiene un desarrollo y manifiesta un final, pertenece al mundo físico tridimensional y su concepción es finita, ilusoria e irreal.
Solo la creación divina genera vida sin principio ni fin.
La creación de Dios está en constante expansión, nada en ella involuciona, todo sigue el libre fluir de la vida.
Dios es omnipotente, tiene todo el poder del bien. Nada existe fuera del poder absoluto de bien.
De esta sublime realidad el ser humano corriente solo aprecia sus proyecciones o sombras (el mundo material).