El Ego es como un corcel salvaje en espera de que se le dome con paciencia, voluntad y mucho cariño, pues sin esas cualidades es como un niño que salta a las primeras de cambio cuando no es atendido rápidamente con su biberón J, y es que la paciencia y la voluntad deben ser continuas, sinceras y con muchos deseos por avanzar diariamente, es como ese cuidado intensivo de algún ser querido que esta convaleciente de una operación, el estar atentos al menor movimiento para que no se sienta "solo". |