La mente es esencial, no sólo para el desarrollo intelectual, sino también para la evolución espiritual, sin embargo aún cuando “es un don de la divinidad, no es inmortal, cuando funciona sin discernimiento espiritual y cuando carece de la habilidad de adorar a Dios y anhelar la supervivencia.403" pues ésta siempre tendrá que ser volitiva, pues ni siquiera el amor ifinito de Dios puede imponer la salvación eterna a quien no lo desee1638" pues “la mente material, es la arena en la cual viven las personalidades humanas, tienen autoconciencia, toman decisiones, eligen a Dios o lo abandonan, se eternizan o se destruyen a sí mismas.1216"
Si pretendemos la supervivencia eterna, no es suficiente tener una mente brillante, es preciso que ella esté intimamente ligada a nuestro Espíritu residente, que es quien desde el día de Pentecostés se quedó junto a nosotros, pues "Jesús vivió en la tierra y enseñó un evangelio que redimía al hombre de la superstición de que él era hijo del mal y lo elevaba a la dignidad de ser hijo de Dios por la fe. El mensaje de Jesús, tal como él lo predicó y lo vivió en su época, fue una solución eficaz a las dificultades espirituales del hombre, en la época en que se lo propuso. Y ahora, puesto que él como persona se ha ido del mundo, dejó en su lugar a su Espíritu de la Verdad, destinado a vivir en el hombre y, para cada nueva generación, formular de nuevo el mensaje de Jesús para que cada nuevo grupo de mortales que aparezca sobre la superficie de la tierra tenga una versión nueva y actualizada del evangelio, un esclarecimiento personal y una guía colectiva que sea una solución eficaz a las siempre cambiantes y variadas dificultades espirituales del hombre. Este otorgamiento del espíritu del Hijo preparó eficazmente la mente de todos los hombres normales, para el otorgamiento universal subsiguiente del espíritu del Padre, sobre toda la humanidad. En cierto sentido, este Espíritu de la Verdad es el espíritu tanto del Padre Universal como del Hijo Creador.2061"
Y es gracias a esta partícula de Dios residente en todos los humanos, que la sobrevivencia eterna es para nosotros algo totalmente posible, porque no se nos pide hacer cosas extraordinarias, sino aprender a SENTIR esa presencia divina muy dentro de nosotros que nos impulsa a amar a nuestro Padre y a todos los seres humanos como nuestros hermanos, porque esta es la herencia y Buena Nueva que Jesús nos trajo y que nosotros debemos seguir expandiendo, porque Jesús quiere que no sólo nosotros nos salvemos sino todos los seres humanos pues "a medida que el evangelio de este reino se derrame sobre el mundo con su mensaje de felicidad y buena voluntad para todos los hombres, se irán desarrollando mejores relaciones entre las familias de toda las naciones. A medida que pase el tiempo, los padres y sus hijos se amarán más, y así surgirá una mayor comprensión del amor del Padre en el cielo por sus hijos en la tierra.1597"
Pero ahora nos toca a nosotros el llevar la antorcha de la fe, porque de una u otra manera "habéis sido llamados de las tinieblas a la luz y debéis creer con todo vuestro corazón que vuestra fe dominará las actitudes combinadas de cuerpo, mente y espíritu, ya que para vosotros la religión no se volverá un refugio teológico al que podáis huir cuando temáis enfrentaros con las duras realidades del progreso espiritual y de la aventura idealista; sino más bien, vuestra religión se tornará el hecho de la experiencia real que atestigua que Dios os ha encontrado, os ha idealizado, ennoblecido y espiritualizado, y que os habéis embarcado en la aventura eterna de encontrar a Dios, quien así os ha encontrado y os ha hecho sus hijos.1733"
En estos días que se habla tanto del mal que hay en el mundo y que por lo mismo los días de nuestro planeta están contados, nosotros conservemos la fe en el amor de nuestro Padre y de una manera muy especial también de nuestro amor, porque si estamos llenos de él, nada ni nadie puede dañarnos porque ¡el Amor es más fuerte! y son estas vibraciones positivas las que nos deben servir de escudo y a la vez de luz para iluminar a Urantia. "No os desalentéis, la evolución humana sigue progresando y la revelacióna Dios, en Jesús y por Jesús no fracasará.2097"
yolanda silva solano