Durante centurias las religiones y la ciencia ortodoxa, tomaron el control del conocimiento para dividirlo en una feroz competencia, entre la religiosidad de la Iglesia y el materialismo de la ciencia. Así fue como toda la dinámica universal se consideró un inmenso mecanismo predecible y en el que el hombre no tenía incidencia. Todo estaba en manos de Dios, arbitrando una lucha eterna en su creación, entre el bien y el mal, el caos y el orden y bajo este paradigma se cometieron tremendas aberraciones, que sin duda retardaron a la ciencia en su investigación y a la cultura en su conocimiento
Es muy cierto que por medios científicos, no podemos intentar probar la existencia de Dios, porque nuestra mente finita es absolutamente incapaz de hacerlo en su totalidad, de allí que para " la ciencia Dios es una posibilidad, para la psicología, una cosa deseable, para la filosofía, una probabilidad, para la religión una certeza, y una realidad en la experiencia religiosa. La razón exige que una filosofía que no puede encontrar al Dios de la probabilidad, respete esa fe religiosa que sí puede y que sí encuentra al Dios de la certeza 1124" porque "el Dios eterno es infinitamente más que realidad idealizada o el universo personalizado. Dios no es simplemente el deseo supremo del hombre, la búsqueda mortal objetivada. Tampoco es Dios solamente un concepto, ni el potencial de poder de la rectitud. El Padre Universal no es un sinónimo de naturaleza, tampoco es él la ley natural personificada. Dios es una realidad trascendente, no simplemente el concepto tradicional humano de los valores supremos. Dios no es una focalización psicológica de los significados espirituales. Dios puede ser cualquiera de estos conceptos o todos ellos en la mente de los hombres, pero él es aún mucho más. Es una persona salvadora y un Padre amante, para todos los que disfrutan de paz espiritual en la tierra, y que anhelan experimentar la supervivencia de la personalidad en la muerte.24"
"El científico materialista y el idealista extremo están destinados a una disputa constante. Esto no se aplica a aquellos entre los científicos e idealistas que posean una norma común compartida de valores morales elevados y de altos niveles de prueba espiritual. En toda época, los científicos y los religionistas deben reconocer que están a prueba ante el tribunal de la necesidad humana. Deben rechazar toda guerra entre ellos a la vez que han de luchar valientemente para justificar su supervivencia, mediante una mayor devoción al servicio del progreso humano. Si la así llamada ciencia o religión de una época determinada es falsa, deberá purificar sus actividades o desaparecer antes de la emergencia de una ciencia material o una religión espiritual de orden más verdadero y más digno.1157"
Por éso, lo peor que puede ocurrir es tratar de separar o confrontar a Dios con la ciencia, pues lo queramos a nó están intrínsicamente unidos, porque "la curiosidad y el espíritu de investigación, el instinto de descubrimiento y el impulso a la exploración, son parte de la dote innata y divina de las criaturas evolutivas del espacio. Estos impulsos naturales no te fueron dados solamente para que tengas que frustrarlos y reprimirlos.160" muy por el contrario, pues aún es mucho lo que el ser humano debe descubrir, especialmente en cuanto a la energía se refiere, porque "la base del universo es material en el sentido de que la energía es la base de toda existencia, y el Padre Universal controla la energía pura. La fuerza, la energía, es la única cosa que se erige como monumento eterno que demuestra y prueba la existencia y presencia del Absoluto. La base del universo es material, pero la esencia de la vida es espíritu. La materia y la energía, por ser manifestaciones diversas de la misma realidad cósmica, como fenómeno universal sin un fenómeno inherente al Padre Universal. Hay una forma de energía desconocida en Urantia. Cuando finalmente se haga este descubrimiento, entonces los físicos pensarán que han solucionado casi todo el misterio de la materia. Y así se habrán acercado un paso más al Creador y de este modo habrán dominado una fase más de la técnica divina. 1124"
Sin duda que estamos viviendo una era de grandes descubrimientos a toda escala, los extraordinarios avances de la tecnología y la facilidad de las comunicaiones, nos están abriendo muchas posibilidades de crecimiento y por lo mismo, no debemos cerrar nuestra mente a nada, porque "la ciencia, guiada por la sabiduría, puede tornarse el gran liberador social del hombre. La edad mecánica tan sólo resultará desastrosa en una nación cuyo nivel intelectual sea demasiado bajo para descubrir los métodos sabios y las técnicas sólidas de ajuste satisfactorio a las dificultades de transición inherentes al desempleo repentino de gran número de personas como consecuencia de la invención excesivamente acelerada de nuevos tipos de maquinaria que ahorra trabajo. La herencia social, permite al hombre treparse a los hombros de todos aquellos que lo precedieron y que han contribuido algo a la suma de la cultura y el conocimiento. En esta tarea de pasar la antorcha cultural a la generación siguiente, el hogar será por siempre la institución básica. En segundo lugar se encuentra la vida social y de esparcimiento, y en tercer lugar, pero igualmente indispensable, la escuela, en una sociedad compleja y altamente organizada.909"
Como podemos ver en la medida que avance la ciencia y la tecnología, si somos capaces de usarlas con discernimiento nos estaremos acercando a nuestro Padre y recordemos una vez más, que a lo espiritual sólo podemos llegar a través de lo material y que los cimientos de una sociedad más justa y más cercana a Dios, se encuentran en el hogar y en la escuela, lástima que ambos estamentos se encuentren hoy en crisis, lo cual es una razón mayor para que nosotros, los hijos de Dios pongámos énfasis en la recuperación de los valores.
yolanda silva solano