El hombre mortal acaba de empezar su larga ascensión hacia la perfección del Padre en el Paraíso.
Libro de Urantia.
El mandato divino "ser perfectos como lo es el Padre" puede parecer completamente utópico si pretendiésemos que sería posible en el transcurso de nuestra corta estadía en este planeta, por eso Jesús voluntariamente quiso ser uno de nosotros para demostrarnos con su ejemplo, que para llegar algún día a ser como nuestro Padre, es indispensable el comenzar AQUÍ Y AHORA a amarlo, para que ese deseo sincero de buscar la perfección, sea el motor que mueva todas nuestras acciones, emociones, sentimientos y pesnamientos para alcanzar el fin último
La evolución y la perfección siempre serán una meta difícil de alcanzar, porque "con excepción del universo central, la perfección es un logro progresivo. En la creación central tenemos un modelo original de perfección, pero todos los otros reinos deben alcanzar esa perfección con los métodos establecidos para el progreso de esos particulares mundos o universos 360" Nuestra tarea requiere de tiempo, voluntad y perseverancia, pues "la perfección es nuestra meta eterna, no nuestro origen. 846" por tanto "los mortales de Urantia dificilmente pueden esperar ser perfectos en el sentido infinito, pero es enteramente posible para los seres humanos, que comienzan como lo hacen en este planeta, alcanzar la meta excelsa y divina que el Dios infinito ha puesto para el hombre mortal; y cuando alcancen este destino estarán, en todo lo que corresponde a la autorrealización y alcance de la mente, tan pletóricos en su esfera de perfección divina como Dios mismo lo está en su esfera de infinidad y eternidad. Puede que tal perfección no sea universal en el sentido material, ni ilimitada en comprensión intelectual, ni final en experiencia espiritual, pero es final y completa en todos los aspectos finitos de divinidad de voluntad, perfección de motivación de personalidad, y conciencia de Dios.22"
Es cierto que en el camino a nuestra meta no estamos nunca solos, porque nuestro Espíritu residente está siempre pronto a ayudarnos con las mejores insinuaciones, pero también es cierto que ellos "no pueden transformar una criatura de naturaleza animal grosera, en un espíritu perfeccionado por un acto misterioso de magia creadora. Cuando los Creadores desean producir seres perfectos, lo hacen mediante creación directa y original, pero jamás emprenden la conversión de las criaturas de origen animal y material en seres de perfección en un solo paso. La vida morontial, tal como se extiende a través de varias etapas de la carrera en el universo local, es el único camino posible por el cual los mortales materiales, pueden lograr el umbral del mundo de espíritu. 541" Es también una utopía el pensar que la muerte al liberarnos de nuestro origen animal nos conduce directamente al Paraíso, recordemos que Jesús nos dijo que en la casa de su Padre había muchas moradas esperándonos y cada una de ellas es una nueva universidad, donde seguirémos aprendiendo en el mismo punto en que nos encontró la muerte, porque "¿Cuál podría ser la magia que encierra la muerte, la disolución material del cuerpo humano, que pueda con un solo paso transformar instantáneamente la mente mortal y material en un espíritu inmortal y perfeccionado? Estas creencias no son sino supersticiones ignorantes y fábulas placenteras.541" que nos alejan del verdadero camino ascendente de perfección.
Según asciendes la escala universal del desarrollo de la criatura, encontrarás mayor bondad y menor mal en perfecto acuerdo con tu capacidad de experimentar la bondad y discernir la verdad. La capacidad de albergar el error o de experimentar el mal no se perderá por completo hasta que el alma humana ascendente no alcance los niveles finales de los espíritus, porque el bien siempre avanza hacia nuevos niveles de creciente libertad de autorrealización moral y de alcance de la personalidad espiritual y del descubrimiento del Espíritu residente y la identificación con él. Una experiencia es buena cuando eleva la apreciación de la belleza, aumenta la voluntad moral, amplía el discernimiento de la verdad, acrecienta la capacidad de amar y de servir a nuestros semejantes, exalta los ideales espirituales, y enlaza los motivos humanos supremos del tiempo con los planes eternos del Espíritu residente, todo lo cual conduce directamente a un creciente deseo de hacer la voluntad del Padre, alimentando así la pasión divina de encontrar a Dios y de asemejarse más a él.1458
La búsqueda de la perfección puede ser un tanto difícil, pero a la vez nos llena de una alegría inmensa y de una paz interna indescriptible, porque sin lugar a dudas que "una felicidad en crecimiento constante, es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766"
yolanda silva solano