Aguanta. No cejes en el intento,
de ser vos de una vez y para siempre.
Es duro y áspero el andar y varios los senderos,
pero sólo uno llega.
La elección es propia, la decisión es tuya.
El esfuerzo tu constante .
Los porrazos necesarios.
Los dolores, las lecciones.
Los errores, estímulos
para la certeza.
Las quejas son inútiles,
los lamentos inocuos.
Mirar hacia adentro
de uno mismo, con crudeza.
Ser impíos y honestos
aunque duela, aunque llores,
aunque los otros
cimbroneen tu estructura,
pero no permitas derrumbarla.
Y así, día a día,
instante a instante,
como el bebé que a golpes y
moretones cae mil veces.
Y mil una, reanuda el intento.
Así lograrás la gloria
de conocerte, mejorarte...
y amarte...
Sabiendo que todo pasa
Y que nada permanece por siempre
Por difícil que parezca