El trabajo espiritual es una empresa de largo alcance; y ciertamente no obtendremos muy rápidamente, grandes resultados. Pero lo esencial es trabajar; y después, ¡tener paciencia!... Aunque sea la cosa más difícil. Raros son quienes saben esperar. ¡Cuántas veces tener paciencia es considerado como una pérdida de tiempo! Es verdad que; en las tiendas, en la administración, en el médico, en correos o en el banco, esperar parece una pérdida de tiempo… pero, aún ahí, tenemos de qué ocuparos realizando un trabajo con el pensamiento.
No existe tiempo perdido para un ser consciente que; con el pensamiento y la imaginación, puede llegar a ser creador en el mundo invisible. El único tiempo realmente perdido, es aquel pasado en la pereza, las nimiedades, los placeres groseros y las malas acciones. Depende pues de nosotros, de no perder vuestro tiempo. Tener que esperar para obtener la realización de nuestras mejores aspiraciones no es una pérdida de tiempo; porque mientras esperamos trabajamos; y con este trabajo, nuestra alma se dilata
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