El mundo que vemos depende de lo que somos.
Si vivimos con un propósito continuo de aprender, tendremos respuestas constantes y también cambios constantes.
Si lo vivimos como una rutina, entonces estaremos estancados y repitiendo monotonamente nuestras actividades y relaciones -nos mostraremos monótonos con quienes nos rodean.
Sólo aprendemos y cambiamos cuando decidimos progresar, lo que vemos en la armonía de nuestras relaciones y en nuestro bienestar.
H.B.
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