|
|
|
Aquellos organismos que reaccionan al ministerio de la mente, pueden ajustar y manipular el medio ambiente.
Libro de Urantia. Pág.738
|
|
Hace no muchas décadas atrás, el hablar del poder de la mente y los efectos de los pensamientos, sonaba a esoterismo, sin embargo hoy en día esto se ve avalado por la ciencia, que ha logrado medir las ondas cerebrales conscientes, llegando a la conclusión que la existencia humana tiene un carácter psíquico y por ende noosférico, es decir, en continua conciencia global. Lo que debe quedar claro es que el cerebro genera ondas y éstas pueden llegar a producir interferencias en comunicaciones inalámbricas, hasta llegar a prender y apagar luces, porque “el cerebro físico con su sistema nervioso correspondiente, dispone de una capacidad innata para responder al ministerio de la mente, al igual que la mente en vías de desarrollo, dispone de cierta capacidad innata de receptividad espiritual y por tanto entraña potenciales de progreso y logros espirituales. Las evolución intelectual, social y espiritual dependen del ministerio mental.”738
Esto ocurre no solamente con la mente humana, sino que también existe la capa mental de la tierra o la génesis de lo psíquico, que es la Noosfera quien opera en la fase primaria del aspecto psíquico del ser humano, el cual puede ser comprobado por medio del electro encéfalograma, que es quien mide las ondas cerebrales conscientes. La capa pensante de la Tierra, constituye una unidad que es discontinua, pero coextensiva con todo el sistema de vida en la Tierra, incluyendo sus sistemas de soporte inorgánicos. Una tercera premisa crucial que surge de las dos primeras, es que la noosfera define la próxima etapa inevitable de la evolución terrestre, que abarcará y transformará la biosfera.
La biosfera es la delgada capa de la tierra y su atmósfera que cubre la superficie del planeta, y en la que viven todos los seres vivos. Es una zona relativamente delgada que está formada por los océanos, lagos y ríos, la tierra firme y la parte inferior de la atmósfera, que es capaz de mantener la vida en el planeta. Es la parte de la superficie terrestre donde, gracias a la actividad de los ecosistemas, la energía de las radiaciones solares produce modificaciones fundamentales, químicas y físicas, de la materia minera y la transforma en materia orgánica viva, que se organiza en un tapiz vegetal, fuente de vida para los animales y los humanos.
Es bueno tomar conciencia de que no somos seres aislados, conformamos un Todo indivisible y que lo queramos o nó cada una de nuestras acciones, no sólo nos influyen en forma particular o al entorno inmediato, sino que tienen repercusión cósmica, pues "El universo es un vasto mecanismo integrado que está bajo el control absoluto de una Mente infinita. Los dominios físico, intelectual y espiritual de la creación universal están divinamente correlacionados. Lo perfecto y lo imperfecto están verdaderamente interrelacionados. La creación física o material no es infinita, pero está perfectamente coordinada. Existen la fuerza, la energía y el poder, pero todos ellos son uno en origen, porque Dios es unidad y está coordinado en forma universal.637"
Nuestros pensamientos, los buenos y los malos tienen repercusión cósmica, no sólo en cuanto a nuestra salvación eterna se refieren, sino que ellos van formando la noosfera de la tierra y dictaminando su supervivencia, porque “ a través de casi interminables ciclos de adquisiciones y pérdidas, ajustes y reajustes todo organismo viviente, va cambiando en un vaivén de edad en edad. 670" porque "el impulso de todo electrón, pensamiento, o espíritu es una unidad actuante en el universo entero, pues él es un todo. Ninguna cosa, ni ser existe ni vive en aislamiento. La autorrealización es potencialmente maléfica si es antisocial. Es literalmente verdad: «Ningún hombre vive para sí». La socialización cósmica constituye la forma más elevada de unificación de la personalidad. 647" pues "el aislamiento tiende a agotar la carga de la energía del alma. La asociación con los semejantes es esencial para mantener el entusiasmo por la vida e indispensable para alimentar la valentía necesaria en las batallas inherentes a la evolución.1776
De nosotros depende que surja una lenta pero irrefrenable irrupción de la noosfera y que los seres humanos nos vayamos aceptando cada vez más como hermanos y logremos formar una gran familia solidaria, compasiva, justa, pacífica y espiritual. Es preciso creer en ella, aun cuando a primera vista nos parezca una utopía porque no lo es, debemos convencernos que “la predicación persistente de este evangelio del reino, traerá algún día una nueva e increíble liberación, libertad intelectual y religiosa a todas las naciones!1930
En nuestra manos está el que esta aparente utopía se transforme en realidad, no se nos están pidiendo grandes sacrificios, ni que dejemos nuestras ocupaciones y huyamos a las montañas, se nos pide simplemente que le demos significado a nuestra vida cotidiana. Que tengamos conciencia de lo que hacemos, que el sueño de la inconciencia sea reemplazado por una conciencia alerta del bien y del mal que nos rodea, no para vanagloriarnos del primero y quejarnos del segundo, sino para ser capaces de transmutar lo negativo en positivo, porque Jesús nos enseñó a derrotar al mal con el bien, porque “la posibilidad del mal es necesaria para la elección moral, pero la actualidad del mal, no es necesaria. Una sombra es sólo relativamente real. El mal no es necesario como experiencia personal y el mal potencial puede actuar igualmente como bien, cuando sirve de estímulo ante la toma de decisiones morales. El mal se vuelve una experiencia personal, sólo cuando una mente moral hace de él su elección”1458
Necesitamos sobrepasar las crisis financieras, políticas, educacionales y de todo tipo, necesitamos encontrar soluciones si queremos resurgir de las cenizas como el Ave Fénix, pero por sobre todo, lo que más necesitamos es renovar el capital humano, volver a sonreír y a tener fe en un mundo mejor, sin esperar que sean otros los que lo hagan, sino que seamos nosotros los pioneros de un mejor mundo, elevando nuestras vibraciones, cuidando el poder de la palabra, respetándonos a nosotros mismos al cumplir con nuestras decisiones sostenidas en el tiempo, que seamos capaces de unirnos en torno a ideas diferentes, pero que van orientadas al bien común, para que de esta forma, al dejar atrás la intolerancia y el egoísmo, seamos capaces de hacer que la Tierra sea un verdadero hogar, que reúna a todos sus hijos sin diferencias, como lo hace nuestro Padre de los cielos.
yolanda silva solano