La puerta de la vida eterna está abierta de par en par para todos; todo el que quiera puede venir»; no hay restricciones ni calificaciones salvo la fe de aquel que viene.
Libro de Urantia. Pág.1567
Sin duda que el requisito para entrar en el reino es la fe, porque ella "es un don divino que se nos otorga a todos los seres humanos por igual, pero “aun cuando el Padre no hace diferencia de personas, en su entrega de los dones espirituales, está limitado por la fe del hombre, y por el deseo de éste, de acatar siempre la voluntad del Padre. 1733" pero esta fe debe ser personal, no la podemos cimentar en lo que los otros nos dicen que debemos creer, porque todo lo bueno que podamos encontrar en los libros, en las diferentes filsofías y religiones, son pautas que nos ayudan a conocer los diferentes espectos de la Verdad, pero la fe verdadera no nace del conocimento, sino de la comprensión del mismo, porque "la aceptación de una enseñanza como verdadera no es fe; es solamente creencia; tampoco lo es la certidumbre ni la convicción. Un estado mental llega a los niveles de fe, tan sólo cuando domina efectivamente la manera de vivir. La fe es un atributo vivo de la experiencia religiosa personal genuina, ella es real solamente cuando motiva la vida y da forma a la manera de vivir.1114" Por eso hay tantos creyentes y tan pocos hombres de fe.
La fe debe ser personal porque "cada ser humano define la fe, en términos de su propia interpretación experiencial de los impulsos divinos que emanan del espíritu de Dios, que en él reside y por lo tanto, esta interpretación debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los demás seres humanos.1130." Pero paradojalmente, nuestra fe individual debe estar siempre abierta a conocer los diferentes puntos de vista de los demás, porque “ aun cuando tu fe sea un asunto de experiencia personal, es muy importante, que te expongas al conocimiento de un vasto número de otras experiencias distintas y de otras interpretaciones, para que puedas prevenir el peligro que tu vida religiosa, se torne egocéntrica, circunscrita, egoísta e intolerante. 1130"
" La creencia es siempre limitadora y dogmática, la fe es expansiva y liberadora. La creencia fija, la fe libera. Pero la fe religiosa viva, es más que la asociación de creencias nobles; es más que un sistema exaltado de filosofía; es una experiencia viva que comprende los significados espirituales, los ideales divinos y los valores supremos; es conocedora de Dios y servidora del hombre. Las creencias pueden volverse posesiones del grupo, pero la fe ha de ser personal. Se pueden sugerir las creencias teológicas a un grupo, pero la fe puede únicamente surgir en el corazón del religionista individual.1114"
La verdad, no puede convertirse nunca en una posesión del hombre, sin el ejercicio de la fe. Los pensamientos, la sabiduría, la ética y los ideales del hombre no se elevarán nunca más allá de su fe”1459. “Si bien la fe es la energía de una vida mejor, debes empero llevar a cabo tu propia salvación con perseverancia”1447, recordando que nuestra fe debe ser similar a la de Jesús, quien “en su extensa misión y a lo largo de su vida, no se asomó nunca la furia del fanático, ni la frivolidad del egocéntrico religioso. Su fe no era inmadura y crédula como la de un niño, pero de muchas maneras se asemejaba a la confianza sin sospechas, de la mente de un niño. Jesús confiaba en Dios, como un niño confía en su padre” 2089.
Uno de los grandes peligros de la vida espiritual, es cuando lo que llamamos fe, se transforma en un fanatismo descontrolado que no nos permite ver más allá de nuestras narices y nos privamos a nosotros mismos de profudizar nuestras creencias. La fe es algo vivo y no puede ser enmarcada porque " la ella no encadena la imaginación creadora, tampoco mantiene un prejuicio irrazonable hacia los descubrimientos de la investigación científica.1115" Por tanto quien se aferra con ahínco a su fe ciega, se estratifica y más temprano que tarde, se convierte en una fe muerta, incapaz de irradiar a Dios en su vida diaria. Sus creencias absolutistas le hacen olvidar que “en el estado mortal, nada puede ser probado en forma absoluta, ya que tanto la ciencia como la religión se basan en suposiciones”1139. Por tanto nada puede ser más contrario a la fe verdadera, que el fanatismo espiritual.
Fanático es aquel que defiende tenaz y ciegamente sus creencias y se niega a la posibilidad que otros también puedan tener razón. Teme que lo puedan hacer cambiar de opinión, cualquier cambio lo asusta y le produce inseguridad. El miedo lo paraliza, lo torna agresivo, olvidando que “ningún hombre podrá cambiar la libertad de tu mente. Cuando la fe de tu religión haya emancipado tu corazón, cuando la mente, como una montaña esté establecida y sea inamovible, entonces la paz del alma fluirá al igual que lo hace el río. 1447" El fanático, se queda en el dedo que le señala el camino, y olvida que no es lo mismo conocer el Camino que transitar por él, “la verdad no se puede definir en palabras, sino solo viviéndola”. Una enseñanza puede ser muy buena, pero de nada sirve si no se practica. El agua puede ser muy fresca y cristalina, pero de nada sirve si el vaso que la contiene está sucio.
El otro peligro para nuestra fe, es ser insaciable en la búsqueda de conocimientos, nada nos satisface y vamos buscando nuevas revelaciones, de nuevos "contactados" de los cuales hay por cientos en la Red, en vez de profundizar en forma personal en lo que ya sabemos, porque todo conocimiento del cual no se ha sacado el significado se convierte en un lastre, porque llenamos nuestra mente de información, pero nuestra vida sigue siendo vulgarmente frívola, porque nuestros actos no reflejan lo que decimos creer. Jesús nos repitió una y otra vez que la fe sin obras está muerta, es casi peor que no tenerla, porque la falsa fe mantiene nuestra mente y conciencia dormida por una seudo espiritualidad. “Es fácil caer en la tentación de querer seguir el camino espiritual a costa de sacrificar los deberes cotidianos, a veces tras un ideal espiritual, se esconde un escapismo a la propia realidad” 1428. Para que la fe sea viva, expansiva y liberadora, debe ser consciente, porque “la fe religiosa viva es más que la asociación de creencias nobles, es más que un sistema exaltado de filosofía, es una experiencia viva, que comprende los significados espirituales, los ideales divinos y los valores supremos, es conocedora de Dios y servidora de los hombres1114, porque “la fe nunca escapa al deber de solucionar los problemas del diario vivir. No fomenta el fanatismo, persecusión, ni la intolerancia.1115"
yolanda silva solano
|