¿Ya empuñás la varita de tu vida de mago…? ¿Te pusiste por fín tu capa de vidente…? ¿Hacés brotar palomas –con un pase de manos- del corazón de quien tenés enfrente…?
¿Ya podés transmutar las espinas en rosas…? ¿ Lográs –con tu intención-, que "el olmo te dé peras"…? ¿Y conseguís sacar –cuando van mal las cosas-, un conejo de luz, de tu galera…?
¿Tus dedos de alquimista ya convierten en oro, el plomo gris oscuro de algún viejo rencor…? ¡Mirá que a eso viniste…! : …a hallar ese tesoro… ¡¡Que no hay oro que brille, como brilla el amor…!!