"Poseés un campo. Si siembras en él al mismo tiempo buenas y malas semillas, las dos crecerán juntas, porque la tierra alimenta todas las semillas. No puedes decirle que es estúpida, que debería exterminar las semillas malas y sólo dejar crecer las buenas, porque te responderá: «No entiendo lo que me cuentas. Protejo y hago crecer a todas las semillas. Para mí todo es bueno, incluso lo malo es bueno.» Si envias buenos pensamientos, la naturaleza los alimentará, los reforzará, y la cosecha será magnífica; pero también alimentará tus malos pensamientos, porque las malas semillas también tienen libertad de crecer. ¿Hasta cuándo? Hasta la cosecha. Entonces, el dueño del campo dará orden de echar al fuego las hierbas perjudiciales y de llenar el granero con el buen grano. Esto es lo que Jesús enseñó en la parábola de la cizaña y el trigo. Sabía que el mal, como el bien, tiene derecho a crecer, y que el hombre no debe sembrar el mal."
Omraam Mikhaël Aïvanhov |