Despierta tanto el amor de Dios, que yo pueda ver en tus ojos que estás emborrachado de Dios, y no preguntándote "Cuándo tendré a Dios?" Cuando tú preguntas eso, no eres un devoto.
El devoto dice: "Tengo a Dios, Él me escucha, mi Amado está siempre conmigo. Él mueve mis manos, Él digiere mi comida, Él me mira a través de las estrellas."