En el reino de mi Padre no habrá ni judíos ni gentiles, sino únicamente aquellos que buscan la perfección a través del servicio, porque declaro que aquel que quiera ser grande en el reino de mi Padre, deberá convertirse primero en el servidor de todos.
Libro de Urantia. Pág.1569
Que diferente son estas palabras de Jesús, a lo que las religiones y las filosofías nos han enseñado, porque la gran mayoría de ellas pretenden crecer cortando la cabeza a quienes no piensan como ellos. En el siglo XXI ya no exite la hoguera de la Inquisición, pero sigue habiendo la discrimación, no sólo en cuanto a lo religioso, sino a las razas y a las minorías sexuales, olvidando que Jesús dijo: "Aunque los seres humanos difieren de muchas maneras unos de otros, ante Dios y en el mundo espiritual, todos los mortales están en igualdad de condiciones. Ante los ojos de Dios sólo existen dos grupos de mortales: los que desean hacer su voluntad y los que no lo desean.1468"
Creo que cuando lleguemos a los mundos de estancia, nos vamos a llevar más de una sorpresa, al ver a muchas personas que nosotros descalificamos en vida por su falta de fe y por otras diferentes razones y que sin embargo están siguiendo el camino ascendente hacia el Padre y que tal vez, ocupen un lugar más alto que esas otras personas que merecieron nuestro respeto en esta tierra, porque nuestros juicios están habitualmente avalados por lo externo, Jesús nos advierte "os pongo en guardia contra los falsos profetas que vendrán a vosotros vestidos de oveja, mientras por dentro serán como lobos rapaces, por sus frutos los conoceréis porque para entrar al reino del cielo, el motivo es lo que cuenta. Mi Padre mira dentro del corazón de los hombres y juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras.1571"
Jesús no nos pide que seamos doctos en la religión, ni eruditos en nuestros conocimientos, porque "La cristalización intelectual de los conceptos religiosos es el equivalente de la muerte espiritual. No podéis concebir la religión sin ideas, pero cuando la religión se reduce tan sólo a una idea, ya no es religión; se ha vuelto solamente una especie de filosofía humana. 1121" y desgraciadamente es lo que ha ocurrido a través de los siglos, hay normas, cultos y dogmas que no traspasan la barrera del conocimiento y la costumbre, pero a los que nos llamamos cristianos, nos hace falta traducir la religión en algo vivo, capaz de dar los frutos del espíritu que no sólo alimentan nuestra propia espiritualidad, sino que ellos se transforman en sal de la tierra, capaz de darle sabor a la vida de cualquiera de nuestros hermanos, sin hacer distinción alguna.
Pero cuando hablamos de igualdad, nos estamos refiriendo a esa igualdad espiritual, que como hijos de Dios nos entrega las mismas ventajas y derechos ante su presencia, porque humanamente hablando la igualdad no pasa de ser una utopía, pues cada ser humano tiene su propio ADN y por lo tanto es único e irrepetible,
" La humanidad se puede clasificar con propiedad en muchas clases conforme a diferentes calificaciones desde un punto de vista físico, mental, social, vocacional o moral, pero cuando estas diferentes clases de mortales comparecen ante el tribunal de Dios, lo hacen en igualdad de condiciones. Dios en verdad no tiene favoritos. Aunque no sea posible escapar al reconocimiento de las diversas capacidades y dotes humanas en asuntos intelectuales, sociales y morales, no deberías hacer tales distinciones dentro de la fraternidad espiritual de los hombres cuando se reúnen para adorar en la presencia de Dios1468"
Jesús es bien claro cuando nos habla de las condiciones indispensables para entrar en el Reino, la primera es la sinceridad de nuestras intenciones cuando nos acercamos a Dios, porque " no es tanto lo que aprendes en esta primera vida lo que es importante sino la experiencia de vivir esta vida, pues un cuando el trabajo en este mundo, es importantísimo, no lo es tanto, como la manera en la cual cumples ese trabajo. No existe recompensa material para la vida recta, pero hay una profunda satisfacción y conciencia de logro que trasciende toda recompensa material concebible. Las llaves del reino de los cielos son: sinceridad, más sinceridad, y más sinceridad. Todos los hombres poseen estas llaves. Los hombres que las usan, avanzan en su estado espiritual mediante decisiones, más decisiones y más decisiones. La elección moral más elevada es la elección del valor más alto posible, y siempre en cualquier esfera, eso consiste en elegir hacer la voluntad de Dios. Si el hombre así hace esa selección, es grande, aunque sea el ciudadano más humilde de Jerusem o aun el más bajo de los mortales en Urantia.436"
La entrada al Reino siempre estará condicionada a nuestro deseo sincero de hacer la voluntad de Dios y de servir a nuestros hermanos, no podemos separar estas condiciones, porque sólo cuando caminan unidas "la espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes. La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad en los valores, porque la finalidad de la espiritualidad es equivalente al logro del máximo de la realidad, el máximo de la semejanza con Dios. La vida eterna es la búsqueda interminable de los valores infinitos.1097"
Hagamos un alto en nuestra agitada vida y veamos con sinceridad si en verdad estamos buscando la evolución y la espiritualidad o si sólo somos un montón de creencias y costumbres que no están dispuestas al cambio, porque la monotonía arrulla el sueño de la inconciencia. Si queremos en verdad despertar, debemos recordar que "la perfección sólo es posible realizarla a través del servicio. 1569" Por eso tenemos que preguntarnos ¿estoy consciente que todos los hombres son mis hermanos? ¿Qué estoy haciendo por ellos? ¿Estoy dispuesto a servirlos sin pedir nada a cambio???
yolanda silva solano