Para ser perfectos como Dios es perfecto, es esencial el estar dispuestos a cumplir su voluntad, pero muchas veces nuestra mente finita se pregunta pero ¿cuál es esa voluntad divina? Lo primero es convencernos que estar a la espera de acontecimientos extraordinarios que nos la revelen es una utopía, porque nuestro Espíritu residente es cauto y silencioso, pues al igual que el Supremo no se manifiestan en nosotros con la rapidez ni la fuerza del relámpago, por éso más que esperar una señal para cumplir la voluntad de Dios, debemos tener el sincero deseo y la plena intención de cumplirla, porque " cuando una mente en evolución se sincroniza con los circuitos de la mente cósmica, cuando un universo en evolución se vuelve estabilizado según el modelo original del universo central, cuando un espíritu en avance se pone en contacto, con el ministerio unido de los Espíritus Rectores, cuando una personalidad mortal ascendente finalmente se sincroniza con la guía divina del Ajustador residente, entonces la actualidad del Supremo se torna un grado más real en los universos; entonces la divinidad de la Supremacía ha avanzado un paso más hacia la realización cósmica.1278"
Si nos detenemos en estos conceptos, nos daremos cuenta que el querer hacer la voluntad de Dios, no sólo influye en nuestra propia evolución, sino que nuestra buena disposición tiene una repercusión cósmica, porque "aunque el acercamiento a la presencia del Padre en el Paraíso debe esperar a que alcancéis los más altos niveles finitos de progresión espiritual, debéis regocijaros en el reconocimiento de la posibilidad siempre presente de una comunión inmediata con el espíritu otorgado por el Padre y tan íntimamente asociado con vuestra alma y con vuestro ser espiritualizado. Los mortales de los dominios del tiempo y el espacio pueden diferir grandemente en capacidades innatas y en dotes intelectuales, pueden contar con ambientes excepcionalmente favorables al avance social y al progreso moral, o bien pueden sufrir de la carencia de casi toda ayuda humana a la cultura y a los supuestos avances en las artes de la civilización; pero las posibilidades del progreso espiritual en la carrera de la ascensión, son iguales para todos, porque es posible alcanzar niveles crecientes de discernimiento espiritual y de significados cósmicos independientemente de todas las diferencias sociomorales de los ambientes materiales diversificados en los mundos evolutivos. Si la mente de un hombre está sincera y espiritualmente motivada, si tal alma humana desea conocer a Dios y hacerse como él, si honestamente desea hacer la voluntad del Padre, no hay influencia negativa alguna de carencia mortal, ni fuerza positiva de posible interferencia que pueda prevenir la ascensión certera de dicha alma divinamente motivada, hasta las puertas del Paraíso.64"
Dios no os pide cosas extraordinarias para ser sus hijos, porque "no hay unas vocaciones que sean santas y otras que sean seculares. Todas las cosas son sagradas en la vida de los que son conducidos por el espíritu; o sea, subordinados a la verdad, ennoblecidos por el amor, dominados por la misericordia, y controlados por la ecuanimidad y la justicia. El espíritu que mi Padre y yo enviaremos al mundo es no solamente el Espíritu de la Verdad, sino también el espíritu de la belleza idealista. Debéis dejar de buscar la palabra de Dios tan sólo en las páginas de los viejos libros de la autoridad teológica. Los que han nacido del espíritu de Dios de ahora en adelante discernirán la palabra de Dios sea donde fuere que ésta parezca originarse. La verdad divina no debe ser desechada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano.1733" Ya es hora que nos saquemos nuestras anteojeras teológicas y religiosas y comencemos a buscar la Verdad en nosotros y por nosotros mismos y donde quiera que ella se encuentre, porque "sólo la fe os abrirá sus pórticos, pero vosotros deberéis rendir los frutos del espíritu de mi Padre si queréis continuar ascendiendo en la vida progresiva de la comunidad divina. De cierto, de cierto os digo que no entrará en el reino del cielo todo aquel que diga `Señor, Señor', sino más bien el que haga la voluntad de mi Padre que está en el cielo.1572
Muchos de vuestros hermanos aceptan la teoría de Dios con la mente, pero espiritualmente no consiguen comprender la presencia de Dios. Ésta es justamente la razón por la cual tan a menudo os he enseñado que el reino del cielo puede ser comprendido mejor, si se adquiere la actitud espiritual de un niño sincero. No es la inmadurez mental del niño la que os recomiendo, sino más bien la simpleza espiritual de un pequeño que cree con facilidad y confía plenamente. No es tan importante que conozcáis el hecho de Dios como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios. Cuando empecéis a encontrar a Dios en vuestra alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres y a su debido tiempo en todas las criaturas y creaciones de un poderoso universo.1733"
Jesús se hizo uno de nosotros para enseñarnos a que Dios es nuestro Padre y que nuestra salvación depende de nuestro deseo sincero de hacer la voluntad, El vivió 30 años en en el anonimáto, cumpliendo con las labores de un simple carpintero en la pequeña ciudad de Nazaret, para demostrarnos en la práctica, que "el hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual, por la nergía, poder y persistencia de sus propias decidiones. 1282" pues "nada de lo que haga un hijo de Dios es ordinario. Haced pues vuestro trabajo, de aquí en adelante, como si fuera para Dios.2049" porque " la elección de la criatura de hacer la voluntad del Creador es un valor cósmico y tiene un significado universal que desencadena inmediatamente una reacción por parte de una fuerza ubicua pero no revelada de coordinación, probablemente el funcionamiento de la acción en constante ampliación del Ser Supremo.1288"
Mientras estemos conscientes de lo que hacemos, no importa lo que hagamos, porque nuestra amistad con Dios nos permitirá hacer lo que tenemos que hacer, en la forma más impecable posible y sin olvidar nunca que "conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida.1431" porque Jesús nos dijo que todo lo que hiciéramos por el más pequeño de nuestros hermanos, se lo hacíamos a Él
yolanda silva solano
|
|