Ningún hombre es extraño para el que conoce a Dios
Libro de Urantia. Pág.1431
Si los cristianos fuésemos capaces de convencernos y a la vez motivarnos con esta cita ¡qué diferente podría ser nuestro planeta! Las diferencias raciales, religiosas, políticas y sexuales dejarían de ser tales, porque la tolerancia y el amor inundarían el mundo, pero desgraciadamente nuestra sociedad no sólo hace las diferencias antes señaladas,sino lo que es peor vive en un tremendo individualismo, como se ha podido comprobar en los últimos videos que han recorrido los noticiarios del mundo con lo ocurrido en China. Todos censuramos y nos escandalizamos ante tanta desidia, pero sería bueno que a nivel personal también nos hiciéramos un exámen de conciencia porque ¿cuál es nuestro grado de preocupación por el prójimo? ¿Cuánto de nuestro tiempo, de nuestro cariño y ternura le damos a los miembros de nuestra propia familia? ¿Sabemos realmente lo que piensan, los que les interesa, lo que les preocupa? Con el verdadero fanatismo del Twiteer y las Redes Sociales hay una gran comunicación con los extraños, pero muchas veces la brecha del desconocimiento y la incomprensión entre los familares más cercanos se hace cada día más profunda.
“Conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos, es la suprema experiencia de la vida”. 1431 ¿nos interesa vivir esta experiencia o preferimos vivir nuestro mundito limtado y egoísta? Para conocer a las personas hay que salirse del "yo" para poder ampliar nuestra mente y ver lo que hay más allá de las apariencias. Para entender los problemas, debemos dejar de lado nuestros puntos de vista y nuestros consejos no pedidos, para abrirnos a lo que la persona nos quiere comunicar, porque la gran mayoría de las veces, ellas sólo necesitan ser escuchadas. Recordemos que hay una gran diferencia entre oír y escuchar, esto último implica involucrarnos en lo que se nos está diciendo, escuchar es vivir el momento presente con nuestro intelecto y con nuestro corazón, poner ambos al servicio de la persona que busca desahogarse de lo que la aflige y la cual requiere de toda nuestra comprensión y ternura, porque "aunque la luz dispersa las tinieblas, también puede ser tan enceguecedora, que confunda o hiera. Se nos advierte que permitamos que nuestra luz alumbre de manera tal que nuestros hermanos sean guiados hacia nuevos caminos divinos de la vida enaltecida. Nuestra luz debe brillar de manera tal que no atraiga la atención sobre el yo. 1572
Cualquier censo nos puede decir que los creyentes en Dios, sin importar el nombre que le den las diferentes religiones son mayoría, sin embargo esas creencias no logran la fraternidad verdadera, porque se quedan en lo superficial, en los ritos, en los "no harás" y poco o nada nos dicen de lo que deberíamos hacer si realmente conociéramos y amáramos a Dios, pues "aunque la religión sea exclusivamente una experiencia espiritual personal y conocer a Dios como Padre, el corolario de esta experiencia debería ser, conocer al hombre como hermano, lo cual comprende la adaptación del yo a otros yoes, y eso involucra el aspecto social o de grupo de la vida religiosa. La religión es primero una adaptación interior o personal, y luego se vuelve un asunto de servicio social o de adaptación de grupo.1091" porque el aislamiento o el considerarnos una élite espiritual, es muy perjudicial para la fraternidad humana
No es posible "regocijarse en la paternidad de Dios si rechazamoz la fraternidad del hombre.1454" porque "la religión es válida sólo cuando revela la paternidad de Dios e intensifica la hermandad de los hombres.1572", por éso mientras la gente siga siendo extraña para nosotros, mientras sus problemas o sus alegrías, sean ignoradas por nosotros, no tenemos derecho a llamarnos cristianos, ni hijos de Dios, porque "el espíritu de la religión es eterno, pero la forma de su expresión debe ser redeclarada cada vez que se revisa el diccionario del lenguaje humano. Sólo la verdadera religión de la experiencia espiritual personal, puede asistir y creativamente ayudar en la presente crisis de la civilización. El reino de los cielos no es un orden social ni económico; es una fraternidad exclusivamente espiritual de los individuos que conocen a Dios. Es verdad que tal hermandad es en sí misma un nuevo y sorprendente fenómeno social que produce asombrosas repercusiones políticas y económicas. El religionista no es insensible al sufrimiento social, ni está inconsciente de la injusticia civil, ni está aislado del pensamiento económico, ni tampoco es insensible a la tiranía política. La religión influye directamente sobre la reconstrucción social porque espiritualiza e idealiza al ciudadano individual. Indirectamente, la civilización cultural está influida por la actitud de estos religiosos individuales a medida que ellos se vuelven miembros activos e influyentes de los varios grupos sociales, morales, económicos y políticos.1088"
La sonrisa y la empatía, deberían ser nuestras armas y el amor nuestro escudo para conquistar el mundo para Jesús, entonces su gran mandamiento: “Amaos los unos a los otros”, dejaría de ser una bella utopía y se convertiría en una realidad tangible porque solo cuando tú y yo seamos mejores, este planeta llamado Urantia tendrá un mejor destino, porque “cuando el hombre se asocia con Dios pueden ocurrir y de hecho ocurren realmente cosas grandiosas”. 1467
yolanda silva solano