"Todo lo que pueda sucederle al hombre en el transcurso de su vida, está previsto por la naturaleza para su educación, su perfeccionamiento. Le ha sido confiado un rebaño, y debe velar para que no haya agujeros en las paredes por los que pudiera pasar el lobo, o bien construir un cercado lo bastante alto para que no pueda saltar por encima. Piensas: «Rebaños, ovejas, lobos… ¿Acaso esto nos concierne verdaderamente? » Sí, pero no lo sabes, porque no has profundizado en el lenguaje tradicional de los símbolos. El lobo que amenaza nuestro rebaño representa el diablo, y por «diablo» debemos comprender los espíritus
tenebrosos y dañinos que merodean alrededor del hombre, acechando su menor flaqueza para lanzarse sobre él. Protegerse del lobo significa mantener una atención sostenida, la conciencia siempre despierta . Todos somos pues pastores: el rebaño es nuestro organismo, las ovejas nuestras células, y tenemos también « perros vigilantes »,
las entidades luminosas que nos protegen."
Omraam Mikhaël Aïvanhov |