PENSAMIENTOS DE BARUJ SPINOZA.
¡¡¡FUE ESCRITO HACE MAS DE 350 AÑOS!!!
Baruch de Spinoza (también escrito Baruj de Spinoza) (Hebreo: ברוך
שפינוזה, Latín: Benedictus de Spinoza, Portugués: Bento de Espinosa),
(Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632 - La Haya, 21 de febrero de 1677)
fue un filósofo neerlandés, de origen sefardí portugués, heredero
crítico del cartesianismo, considerado uno de los tres grandes
racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés
René Descartes y el alemán Gottfried Leibniz.
Este es el Dios o Naturaleza de Spinoza:
Dios hubiera dicho:
" Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que
quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo
lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú
mismo construiste y que dices que son mi casa.
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las
playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había
nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo
malo.
El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu
amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo
que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver
conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus
amigos, en los ojos de tu hijito... ¡No me encontrarás en ningún
libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me
enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice...
yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de
sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío
¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo
puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees
que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se
porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios loco
puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de
mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para
manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a
tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te
pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea
tu guía.
Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en
el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es
lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay
pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo
dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu
única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste
bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?... ¿Te divertiste?... ¿Qué
fue lo que más disfrutaste? ¿Que aprendiste?...
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no
quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me
sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita,
cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes
agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus
relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa
tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de
repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único
seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de
maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas
explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy,
latiendo en ti.
Spinoza