Cuando Dios nos creó , lo hizo a Su Imagen y Semejanza, por lo tanto declaró Su Creación Perfecta. Cada uno de sus hijos contamos por ello, con cada virtud que El Padre posee y Su Reino debería también ser nuestro Reino, y de hecho así es toda vez que vivimos de acuerdo a Su Voluntad.
Hubo un tiempo en que por propio libre albedrío decidirnos no vivir de acuerdo a las Leyes Divinas y alejarnos en conciencia de nuestro Padre Creador, desde ese momento la humanidad en general descendió desde la Gracia y comenzamos a padecer muchos y variados contratiempos, los cuales solo respondían a nuestra rebeldía a aceptar el mas hermoso legado de nuestro Padre: el Amor.
Viendo Dios que los corazones de sus hijos se secaban por falta del Riego del Puro Amor Divino, y que cada día nuestra conciencia nublada por las cosas humanas nos alejaba mas y mas de la Divinidad que lo individualizaba como la Magna Presencia Yo Soy, inspiró a Grandes Hijos de Luz, que fueron fieles a Su Eterno y Divino Amor, para la mejor forma de asistir a esta prole algo descarriada y desorientada.
Así fue que El Cristo descendió y se ancló en cada uno de nuestros corazones, con el fin de ser un Puente hacia Dios, la Divina Presencia, a fin de recordarnos que el núcleo de todo en la vida es el Amor.
¿Qué es el Cristo?
El Cristo es Amor, el Amor que nos faltaba desarrollar y manifestar.
Es una esencia de Luz, que vive, pulsa y palpita en nuestro corazón.
Es una Conciencia, un Estado, tan claramente manifestado por el Amado Jesús cuando camino la Tierra llenándola de Amor y Paz.
¿Cómo comunicarnos con El?
En el Silencio, acallando lo humano, reconociéndolo como un mensajero de Amor y Armonía que nos ayudará a resolver cualquier situación en la forma perfecta, si se lo permitimos. Si antes de tomar una decisión o emitir una respuesta, o manifestar una reacción, le pedimos su inspiración que no nos permitirá cometer errores.
¿Cómo contactarlo en otros hermanos?
Todos tenemos un Cristo, por lo tanto, no importa lo que el hermano aparente externamente, su esencia es Luz y hay Amor dentro de él, por lo tanto ahora que lo sabemos podemos hablar con ese ser, con quien nos era dificultoso comunicamos a través de la palabra, de Cristo a Cristo. Veremos los tan llamados milagros (que no son tales), veremos lo que el Poder del Amor en acción puede hacer por mejorar las relaciones familiares, laborales, etc.
¿Cómo cambiaría nuestra calidad de vida si viviéramos en Conciencia Crística?
Totalmente, ya que nuestro Cristo cumple diversas funciones, de las cuales enumeraremos algunas:
- Transformador reductor de la energía de la Divina Presencia.
- Maestro Curador Interno, Quien dirige al elemental del cuerpo para lograr la curación de lo que necesite ser restaurado.
- Es Quien nos transmuta los errores del año que termina, cuando cumplirnos un nuevo año.
- Es Quien conoce todo nuestro recorrido como corrientes de vida que somos y sabe que es lo perfecto para cada uno, en cada momento y en toda situación, por eso es llamado el Observador Silencioso.
- Es el puente entre lo humano y lo Divino.
- Es la energía que nos identifica y nos religa a todos como hermanos, hijos del Padre y herederos de Su Amor.
- Es el Camino a la Conciencia Crística.
¿Cómo ascender a la Conciencia Crística?
Permitiendo que El Cristo nos aleje de la conciencia de la masa, a través de la expansión del Amor, a través de la purificación del amor humano en Amor Divino.
El Amado Jesús declaró que todo lo que El hizo nosotros también lo haríamos, y mayores cosas aun, porque en Su Gran Sabiduría, Jesús sabía que todos llevábamos esa Esencia Crística que lo retornó a El, al Hogar del Padre, y que lo hará por nosotros en cuanto lo reconozcamos, lo aceptemos y lo llamemos a la acción.
Esta es llamada la Nueva Era del Cristo, porque en el momento en que cada ser humano actúe como un Cristo, el dolor, la aflicción y el desamor dejarán de ser en la Tierra. La Llama Violeta nos asiste limpiando y purificando de nuestras conciencias lo que nos impida aceptar esta verdad, y todos los sentimientos que, menores al Amor, nos alejen de Dios, hacia Quien estamos elevándonos a través del Hijo... el Cristo en el corazón. Cada momento de nuestras vidas, antes de irradiar nuestra energía en alguna forma de pensamiento, sentimiento, palabra, acción o reacción... meditemos un momento y elijamos actuar: como humanos equivocados, o como Cristos Victoriosos! De esta libre elección se tejerá nuestra calidad de vida presente y futura.
Que la Iluminación Divina nos irradie para tomar
en todo momento la decisión correcta.
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