La Chispa Divina representa ese fragmento
de Dios en tu ser. pero
no un fragmento desgajado
del todo, sino más bien,
enlazado eternamente con El.
El espíritu de todos los seres
o chispa divina es un principio
inmaterial, emanado de Dios
Emanado de Dios no creado,
porque el espíritu de los seres
no ha dejado de ser uno con Dios mismo
La divinidad al manifestarse,
va sucesiva y gradualmente
proyectándose a planos mas
concretos y mas densos y materiales
hasta entrar en el mundo físico o tangible
Esto equivale a decir que lo absoluto
se convierte en relativo o diferenciado,
lo uno en lo vario, lo perfecto
a lo imperfecto, lo real en
lo ilusorio, lo simple en lo
complejo, lo eterno en temporal,
lo infinito en finito
Verdadero sacrificio este,
el de la divinidad en la limitaciones
del ser, para el bien de sus criaturas
y por divino amor a su obra.
Verdadero sacrificio este,
el de la divinidad en la limitaciones
del ser, para el bien de sus criaturas
y por divino amor a su obra.
Verdadero descenso a los infiernos
o planos inferiores de la existencia
de la chispa divina en todo lo
creado por esencia, presencia y potencia
A pesar de este descenso
en las limitaciones del ser queda
siempre el núcleo original de la
divinidad en el seno de lo absoluto,
puro inmutable, indiferenciado
como fuerza infinita dispensadora de vida
Dios en su esencia no puede relativizarse
Todo lo existente lleva inmanente la
tendencia y fuerza para convertirse
en algo superior, esta ley es consecuencia
del amor divino, que atrae a todos los
seres al seno de Dios.
Las almas particulares son parte
del alma del mundo, es el alma
universal que ha entrado en la materia
vivificándola y penetrándola completamente,
pero permaneciendo en si misma única e indivisible
Ella produce unidad y simpatía
por todas las cosas del mundo,
ya que estas al tener un alma única,
se enlazan unos con otros.
Esa Chispa Divina que vive en tí, es Dios.