Llegamos al último día del año 2011. Un año más que dejamos atrás, con todo lo que hemos hecho de bueno y de malo a lo largo de sus días y que deberíamos ahora repasar mentalmente para sacar provecho de las enseñanzas que nos deja, valorar lo que hemos aprendido y corregir los errores cometidos con el firme propósito de no recaer en ellos.
Agradezcamos a Dios por todo lo recibido en este año que termina. Por lo bueno que nos hizo sentir felices y por lo no tan bueno que nos sirvió para crecer. Y pidamos a la Santísima Virgen que esté junto a cada uno de nosotros y nuestras familias, para acompañarnos y protegernos en el nuevo año que dentro de unas horas comenzaremos a transitar.