|
Durante siglos las religiones pusieron como antagónicos el éxito´material y la espiritualidad, cuando en verdad están íntimamente unidos porque "mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la vida temporal. Aunque el espíritu sea nuestra meta, la carne es un hecho. Ocasionalmente, puede que lo necesario para vivir caiga en nuestras manos por casualidad, pero en general, debemos trabajar con inteligencia para conseguirlo. Los dos problemas principales de la vida son: ganarse la vida temporal y obtener la supervivencia eterna. Aun el problema de ganarse la vida necesita de la religión para su solución ideal. Estos dos problemas son altamente personales. La verdadera religión, de hecho, no funciona separada del individuo.porque el esfuerzo hacia la madurez necesita trabajo, y el trabajo requiere energía.1779"
Nada es gratuito, tanto la busqueda de la perfección como del bienestar económico, requieren de una conciencia despierta y de una voluntad ferréa para luchar en forma adecuada por lo que deseamos obtener, pues "el liderazgo depende de la habilidad natural, la discreción, la fuerza de voluntad y la determinación. El destino espiritual depende de la fe, el amor y la devoción a la verdad y hambre y sed de rectitud manifestado en el deseo de todo corazón de encontrar a Dios y de ser como él.1739 Jesús en todos sus años de anonimato, era reconocido simplemente como el carpintero de Nazaret, nos dió pleno ejemplo de como se debe unir lo mundano a lo espiritual y de como todo depende nuestra actitud interna para glorificar cualquier trabajo que el ser humano realice, por humilde que éste sea, pues "nada de lo que haga un hijo de Dios puede ser ordinario.2049"
El éxito material depende en gran parte del estado de conciencia y de responsabilidad que tengamos al realizar nuestras labores cotidianas y ésto no lo podemos realizar si no estamos unidos a nuestro Espíritu residente, porque es él quien nos estimula a hacer bien lo que hacemos. El gran error es cuando ponemos una separación entre lo espiritual y lo material porque de inmediato nace una dicotomía entre lo que decimos creer y lo que hacemos. Esto no sólo es perjudicial para nosotros sino también para quienes nos ven actuar, porque lo hacemos de la misma forma que lo hacían los fariseos en los tiempos de Jesús y a quienes dijo: "¿Acaso no comprendéis, hombres necios, que el Dios del cielo ve tanto los motivos íntimos del alma así como vuestras pretensiones exteriores y vuestras manifestaciones de devoción? No creáis que dar limosnas y pagar diezmos os limpia de injusticias y os permite aparecer puros en la presencia del Juez de todos los hombres. ¡Ay de vosotros fariseos que habéis persistido en rechazar la luz de la vida! Sois meticulosos en pagar el diezmo y ostentosos en dar limosna, pero a sabiendas rechazáis la visitación de Dios y negáis la revelación de su amor. Aunque esté bien para vosotros prestar atención a estos deberes menores, no deberíais haber dejado sin hacer esos requisitos más importantes. ¡Ay de los que ignoran la justicia, desdeñan la misericordia y rechazan la verdad! ¡Ay de todos los que desprecian la revelación del Padre mientras buscan los asientos principales en la sinagoga y anhelan el saludo halagador en el mercado!.1826"
El éxito y el fracaso, al igual que el bien y el mal, sólo son palabras que definen los extremos de una recta que es nuestra mente que les permite materializarse, en la medida que nos convenzamos que nuestra mente es creadora y que son nuestras intenciones y nuestras vibraciones las que atraen lo uno o lo otro, conforme a la ley de Causa y Efecto, porque si sembramos desencanto, quejas, enojos, baja autoestima, falta de ambición, flojera e indecisión... es imposible esperar tener éxito tanto en lo material como en lo espiritual, porque ni en esta vida, ni en los mundos de estancia se nos dan las cosas en forma gratuita, todo tiene un proceso y requiere de una conciencia alerta, porque "el hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual, por la energía, poder persistencia de sus propias decisiones.1228"
Trabajemos pues, en crear una perfecta armonía entre lo espiritual y lo material, porque sólo de esta forma obtendremos el éxito económico y material que un ser humano necesita para ser un digno hijo de Dios y poder así con sus dones tanto espirituales como materiales ayudar a la equidad tan indispensable para que nuestro mundo sea sustentable para todos y no sólo para unos pocos
yolanda silva solano
|
|
Previous subject
First 