"¿Somos realmente felices, cuando hemos obtenido lo que deseábamos? ¿Nos sentimos verdaderamente satisfechos? Por un momento, tal vez sí. Pero rápidamente después, sentimos un vacío, como si nos falta aún alguna cosa. Entonces ¿qué conclusión debemos sacar de éstas experiencias? Que debemos alimentar los deseos irrealizables; sólo así, es como nos sentiremos siempre felices: Gracias a éstos deseos. ¿Cómo explicarlo? Pues por el hecho de que en nuestros pensamientos; tales deseos, tiene posibilidades infinitas porque en el mundo del alma y del Espíritu no hay límites. Y si sentimos límites, es porqué nosotros mismos nos hemos limitado.
Debemos pues alimentar sueños irrealizables y; gracias a nuestra vida espiritual, nuestros deseos y nuestros pensamientos, se volverán tan puros y luminosos que se elevarán muy por arriba, en el espacio. En donde alcanzarán a seres y elementos, que corresponderán exactamente a su naturaleza. Y así, poco a poco atraeremos éstos elementos hacia nosotros; para siempre ser, felices."