Algún día el hombre debería aprender a gozar de la libertad sin licencia, de la alimentación sin glotonería y del placer sin libertinaje.
Libro de Urantia. Pág.977
Durante muchos siglos se predicó que la pobreza, el renunciamiento a los placeres y el sacrificio eran esenciales para quien quisiera tener una vida espiritual, sin embargo Jesús vino a enseñarnos que "no es lo que entra por la boca, lo que ensucia espiritualmente al hombre, sino más bien lo que proviene de la boca y del corazón,1712" porque lo que le da valor de sobrevivencia eterna a lo que hacemos, son nuestras intenciones y nuestro grado de conciencia despierta al ejecutar cualquier trabajo o tener cualquier sentimiento, por eso el autodominio juega un papel tan importante en nuestra evolución. El no es una negación a nuestros deseos sino la comprensión de ellos, por eso "cada día que vive un verdadero creyente le resulta más fácil hacer lo que es recto.1740 porque está motivado por el amor y no por miedo al castigo, así puede escoger libremente la mejor manera de servir al Padre, pues "la belleza del amor divino, una vez que entra profundamente en corazón humano, destruye el deseo de pecar y tiene control sobre el poder del mal.2018"
Muchos se oponen a beber vino, ignorando que el mérito está en tomarlo en la justa medida, teniendo el autodominio de no emborracharse nunca, cualquiera sean las circunstancias, claro que para los alcohólicos esta recomendación no corre, pues el alcoholismo es una enfermedad que hay que prevenir. Algo similar podríamos decir de la tranquilidad que pueda sentir una persona que está sola, porque lo que realmente tiene valor, es permanecer serena en medio del bullicio y muchas veces de la intransigencia de la gente, por algo Jesús no era partidario del aislamiento, porque él "tiende a agotar la carga de energía del alma. La asociación con los semejantes es esencial para mantener el entusiasmo por la vida e indispensable para alimentar la valentía necesaria en las batallas inherentes a la ascensión a los niveles más altos del vivir humano. 1776"
Jesús vino a romper mitos y a enseñarnos que un hijo de Dios, debe aprender a vivir la vida con plenitud y alegría, sabiendo aprovechar todas las lecciones que la Maestra vida le enseña, ya sea a través de las cosas positivas, como de las negativas, porque "cuando el que sufre, tiene una visión de Dios, se produce una paz en el alma que sobrepasa cualquier comprensión. 1661" constatando así, que esta vida no es un valle de lágrimas sino que es una esfera donde nacen los espíritus eternos e inmortales en la ascensión al Paraíso, es el valle donde se forjan las almas.1675" pues "para el hombre, la existencia equivale al crecimiento.1280"
El Maestro " transcendió todas las enseñanzas de sus precursores, cuando tuvo la osadía de reemplazar las manos limpias, por un corazón limpio como marca de la religión verdadera. Puso la realidad en el lugar de la tradición y eliminó toda pretensión de vanidad e hipocresía. Sin embargo este osado hombre de Dios no dio rienda suelta a la crítica destructiva, ni manifestó desprecio por las costumbres religiosas, sociales, económicas y políticas de su época. Él no era un revolucionario militante; era un evolucionario progresista. Sólo destruía lo que era cuando podía ofrecer reemplazarlo simultáneamente a sus semejantes por el concepto superior de lo que debía ser.1672
Por eso, nos enseñó que vivir es un arte y como tal debemos aprender a manejarla, de manera de sacar de ella los mejores frutos, no sólo con el sudor de nuestra frente, sino principalmente con la energía y el optimismo que se puede tener cuando se está seguro de que "con Dios todo es posible" porque El es nuestro aliado y el mejor de los Socios, porque lo que logramos como seres humanos, también es aprovechado por el Supremo. Cuando somos capaces de darnos cuenta de la trascendencia cósmica que tienen nuestros actos y nuestros pensamientos, la espiritualidad deja de inmediato de ser un conjunto de prácticas que se realizan en días y horas determinadas y se convierte en algo vivo que le da verdadera trascendencia a nuestra vida cotidiana, porque " La espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes. La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad en los valores.1096"
No seamos pues, "místicos pasivos ni ascetas insulsos.1931" sino que por el contrario, " dejad que el hombre se divierta; dejad que la raza humana encuentre placer de mil y una maneras; dejad que la humanidad evolucionaria explore todos los tipos de autogratificación legítima, y de los frutos de su larga lucha biológica hacia arriba. El hombre bien ha ganado algunas de sus felicidades y placeres de hoy en día. 943"
yolanda silva solano