Liberarse de la ocupación mental
¿Puede la mente estar libre del pasado, libre del pensamiento -no del buen o del mal
pensamiento-? ¿Cómo lo descubro? Puedo descubrirlo sólo viendo en qué está ocupada la mente.
Si está ocupada en el bien o está ocupada en el mal, entonces sólo se interesa en el
pasado, está ocupada con el pasado. No está libre del pasado. En tal caso, lo que importa
es descubrir de qué modo se halla ocupada la mente. Si de algún modo se halla ocupada,
es siempre con el pasado, porque toda nuestra conciencia es el pasado. El pasado no
se encuentra sólo en la superficie, sino en el nivel más elevado, y el énfasis
puesto en el inconsciente es también el pasado .
¿Puede la mente estar libre de la ocupación? Esto significa: ¿Puede la mente permanecer
en su totalidad sin estar ocupada, y dejar que la memoria, los pensamientos buenos y malos,
pasen sin que opte entre ellos? En el instante en que la mente está ocupada con un pensamiento,
bueno o malo, se halla interesada en el pasado [...]. Si usted escucha de verdad, no sólo en
el nivel verbal sino realmente, a fondo, verá que hay una estabilidad que no pertenece a
la mente, que hay libertad respecto del pasado.
No obstante, jamás es posible desechar el pasado. Hay una observación del pasado a medida
que transcurre, pero no una ocupación con el pasado. De ese modo, la mente está libre para
observar y no optar. Donde hay opción en este movimiento del río de la memoria, hay
ocupación, y tan pronto la mente se halla ocupada, está presa en el pasado; y cuando
la mente está ocupada con el pasado, es incapaz de ver algo real,
verdadero, nuevo, original, incontaminado.
Dejarse inmovilizar por el pasado
Muchas personas dicen que no pueden disfrutar del día de hoy
a causa de algo que sucedió en el pasado.
Como antes no hicieron algo, o no lo hicieron de cierta manera,
no pueden vivir plenamente el ahora.
Como ya no tienen algo que tuvieron, no pueden disfrutar del presente.
Porque en el pasado alguien los hirió, ahora no quieren aceptar el amor.
Como una vez que se comportaron de cierta manera les sucedió algo desagradable,
están seguros de que volverá a sucederles si actúan de ese modo.
Porque una vez hicieron algo de lo cual se arrepienten, se consideran para siempre malas personas.
Alguien les hizo una mala pasada en una ocasión, y ahora están seguros de que
su vida no es lo que ellos quisieran por culpa de aquella persona.
Porque en el pasado una situación los indignó, ahora se aferran
virtuosamente a aquella indignación.
Debido a alguna antigua experiencia en se sintieron maltratados,
jamás han querido perdonar ni olvidar.
Lo que muchas veces nos negamos a reconocer es que aferrarnos al pasado, haya
sido lo que haya sido y por más terrible que fuera, sólo sirve para hacernos daño.
A "ellos" en realidad no les importa, y por lo común, ni siquiera se dan cuenta.
Si nos negamos a vivir plenamente el momento presente, sólo
nos hacemos daño a nosotros mismos.
El pasado pasó, pertenece al ayer y no es posible cambiarlo.
Este momento es el único en que podemos vivir.
Hasta cuando nos quejamos del pasado, nuestro recuerdo de él se da en el presente,
y en el proceso nos estamos perdiendo la verdadera vivencia de este momento.
Louise Hay
El tiempo se va
Con cuánta inconsciencia vamos transitando nuestra vida día a día, mes a mes, año a año ...
protestando por lo que no está, sin disfrutar lo que sí ...
Un día la vida da un vuelco -un gigante le da una patada a la mantita que sostiene nuestras
vidas-, nos cambia todo, hasta la geografía, el cielo sigue siendo el mismo,
pero el paisaje desde la ventana ya no lo es...
Entonces, como retazos parchando la mantita de la vida, nos vamos cosiendo al alma esos
recuerdos y vivencias que dejamos atrás, cuando no éramos conscientes, cuando no
teníamos ni peregrina idea de lo que el mañana nos traería, cuando hacíamos planes
y el mundo se nos quedaba chiquito para albergar nuestros sueños ...
Cuánto no daríamos a veces por poder volver atrás y vivirlo todo de nuevo ...
despacito, saboreándolo, dándonos cuenta...
Cierto, no se puede dar marcha atrás al reloj ... pero se le puede dar cuerda nuevamente ...
Pasado es pasado
Un hábito bastante común de la mente es el de divagar hacia eventos y situaciones del
pasado. Algo que incluso puede parecernos normal y que no merece mayor atención.
Sin embargo, una reflexión más minuciosa acerca de esta tendencia tan natural,
nos alerta sobre sus implicaciones y efectos.
Una cosa es dirigirnos al pasado de manera consciente, para recordar hechos y para
extraer información y aprendizaje. En ese sentido es algo no sólo útil sino necesario
en muchas ocasiones. Algo muy diferente es volar con la imaginación, de modo involuntario,
a escenas y situaciones del pasado y volver a revivirlas, evocando los sentimientos,
sensaciones y emociones que se produjeron. A veces incluso, jugando con la imaginación,
tratar de cambiar y modificar esas escenas.
Tanto si fueron escenas agradables como desagradables, en ambos casos, volver con nuestra
mente al pasado nos impide vivir con plenitud el presente. Esta inhabilidad de permanecer
en el aquí y el ahora no nos deja contribuir al presente de la mejor manera posible ya que
no estamos plenamente alertas ni conscientes de lo que está sucediendo.
Cuando hablamos del presente, por un lado implica el momento actual y por otro, la misma
palabra lo expresa, es el regalo más valioso, es la oportunidad de aprender y crecer, pero
sólo si sabemos vivirlo con plena consciencia.
Una práctica útil para centrarnos en el presente es la de poner un punto final: una y otra vez, a lo
largo del día, tenemos que hacer una parada de un minuto y sumergir todos los pensamientos
en la experiencia de estar centrados en el interior y presentes. Para ello nos puede ayudar el
traer a nuestra mente algún pensamiento elevado y positivo como “soy un ser espiritual, un
ser de luz y paz” y experimentar así la conexión con nuestra esencia de silencio y serenidad.
Cuanto más practiquemos este sencillo ejercicio, más debilitaremos el patrón de viajar con la
mente al pasado y más disponibles estaremos para vivir y crear un
presente lleno de significado y propósito.