La cita de hoy es como para meditarla palabra por palabra, para sacarle el verdadero significado, porque a simple vista parece mentira que un Dios omnipotente, necesite ser liberado por una criatura de origen animal y finita, sin embargo es una realidad, Dios no puede hacer nada por nosotros, si primero nosotros no lo liberamos de las ataduras que cada uno de nosotros le ha impuesto, como son nuestros prejuicios, nuestra falta de fe y de fraternidad.
Dios, al darnos el don del libre albedrío, se condenó a sí mismo a ser nuestro prisionero, tiene sus manos divinas atadas, pues mientras nosotros no lo liberemos en forma consciente y volitiva, porque "El Padre no se oculta espiritualmente, pero muchas de sus criaturas se han ocultado en las brumas de sus propias decisiones obstinadas y por ahora se han distanciado de la comunión con su espíritu y el espíritu de su Hijo por haber elegido sus propios caminos perversos y por permitirse la arrogancia de sus mentes intolerantes y de sus naturalezas no espirituales. El hombre mortal puede acercarse a Dios y puede abandonar repetidamente la voluntad divina mientras conserve la facultad de elegir. La sentencia del hombre no está sellada hasta cuando haya perdido la facultad de elegir la voluntad del Padre. El corazón del Padre no se cierra jamás a las necesidades y solicitudes de sus hijos. Son sus vástagos los que cierran sus corazones para siempre al poder de atracción del Padre cuando finalmente y para siempre pierden el deseo de hacer su divina voluntad: conocerle y ser semejante a él. 64"
Esta elección será siempre nuestra, porque " ni siquiera el amor infinito de dios, puede imponer la salvación de la vida eterna a una criatura que no elija sobrevivir 1632" y es " este mismo poder de elección, la insignia universal de lo que el hombre es criatura con libre albedrío, lo que constituye su mayor oportunidad y su suprema responsabilidad cósmica. De la integridad de la volición humana depende el destino eterno del finalista futuro; de la sinceridad del libre albedrío mortal el Espíritu divino depende para su personalidad eterna; de la fidelidad de la elección mortal depende el Padre Universal para la realización de un nuevo hijo ascendente; de la constancia y sabiduría de las acciones y decisiones depende el Ser Supremo para la actualidad de la evolución experiencial. 1282·
Nuestras decisiones no sólo nos atañen en forma personal, sino que actúan a nivel cósmico pues "en la medida que nosotros hagamos la voluntad de Dios en cualquiera de las estaciones universales en las que vivamos nuestra existencia, en esa misma medida el potencial todopoderoso del Supremo se acercará un paso más a asu plenitud porque las partes e individuos del gran universo evolucionan como reflejo de la evolución total del Supremo, mientras a su vez el Supremo es el total acumulado de toda la evolución del gran universo. Desde el punto de vista mortal ambos son recíprocos evolucionarios y experienciales. 1278" Dios y el hombre se necsitan mutuamente para alcanzar la perfección, de allí que "el error en la elección finita está ligado al tiempo y limitado a éste. Puede existir sólo en el tiempo y dentro de la presencia evolutiva del Ser Supremo. Tal elección errónea es posible en el tiempo e indica (además de la incompletez del Supremo) esa cierta gama de elección con la cual han de estar dotadas las criaturas inmaduras para disfrutar de la progresión universal al hacer un contacto por libre albedrío con la realidad.El pecado en el espacio condicionado por el tiempo prueba claramente la libertad temporal —aún la licencia— de la voluntad finita. El pecado ilustra la inmadurez deslumbrada por la libertad de la voluntad relativamente soberana de la personalidad, que al mismo tiempo no es capaz de percibir las obligaciones y deberes supremos de la ciudadanía cósmica.1301"
Sabemos que la imaginación cumple un gran papel en nuestra mente creadora, tal vez por éso sea bueno imaginar a Jesús antes de la cruxificción, cuando estaba atado de manos, porque esa escena se repite cada vez que nosotros renunciamos a seguir sus huellas y nos limitamos a las creencias que no implican compromiso alguno, pues "Seguir a Jesús» significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en el espíritu de la vida del Maestro de servicio altruista al hombre. Una de las cosas más importantes del vivir humano es descubrir qué creía Jesús, cuáles eran sus ideales, y luchar por alcanzar este propósito excelso de la vida. De todo el conocimiento humano, el que tiene mayor valor es el conocer la vida religiosa de Jesús y como la vivió.2090"
Debemos recordar que "la fe espiritual indomable y apasionada de Jesús no rayó jamás en el fanatismo porque su fe no llegó nunca a afectar su juicio intelectual equilibrado en cuanto a los valores proporcionales de las situaciones sociales, económicas y prácticas morales corrientes de la vida. El Hijo del Hombre era una personalidad humana espléndidamente unificada; era un ser divino de dones perfectos; también era magníficamente coordinado como ser humano y divino combinados, funcionando en la tierra como una sola personalidad. Siempre coordinó el Maestro la fe del alma con el juicio de la sabiduría de la experiencia. La fe personal, la esperanza espiritual y la devoción moral siempre estuvieron correlacionadas en una unidad religiosa incomparable de asociación armoniosa con una realización sagaz de la realidad y santidad de todas las lealtades humanas —honor personal, amor familiar, obligación religiosa, deber social y necesidad económica.2090"
Si queremos liberar a Dios ya conocemos la respuesta, sólo abriendo nuestro corazón y poniendo en sus manos nuestra voluntad El podrá realizar los planes maravillosos que tiene para los que confían en él, porque "una felicidad en crecimiento constante, es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766"
yolanda silva solano
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