Cristo será su ideal y, en todo momento, intentará
pensar, hablar y actuar como Él lo haría.
1.- El Servicio
Recordando la admonición de Cristo: “El que quiera ser
el primero, que sea el último y el servidor de todos”, se esforzará
diariamente por servir a sus semejantes con amor, modestia
y humildad, en cualquier oportunidad que se le presente.
2.- Ver lo bueno.
Teniendo fe inquebrantable en la sabiduría y bondad
de Dios, trabajará de acuerdo con la evolución, procurando
hablar, actuar y ver solamente lo bueno en su
diaria relación con los demás.
3.- La verdad, la honradez y la justicia..
Siendo la verdad, la honradez y la justicia cualidades
fundamentales de la dignidad interna, intentará expresarlas
en todos sus pensamientos, palabras y acciones.
4.- No envidiar.
Sabiendo que sus circunstancias actuales son el resultado
de sus acciones pasadas, y que puede construir su destino
futuro mejorándolo por medio de sus actos presentes, no
deberá envidiar a otros, sino que dedicará sus aspiraciones
a ejercitar su divina prerrogativa del libre
albedrío, sembrando buenas semillas para el mañana.
5.- Equilibrio.
Considerando que el silencio, en verdad, es uno de
los auxiliares más efectivos para el crecimiento
del alma, buscará siempre un medio ambiente
de paz, equilibrio y quietud.
6.- Confianza.
Siendo la confianza en sí mismo virtud cardinal para
el aspirante espiritual, hará lo posible por practicar esta
virtud en sus pensamientos, al igual que en sus actos.
7.- Juez interno.
Conociendo que el interno es el único tribunal
real de la Verdad, se esforzará por establecerlo, sometiéndole
todos sus asuntos, para su final jurisdicción.
8.- Meditar y orar.
Dedicará cierto tiempo cada día a meditar y orar, procurando
elevarse en alas del amor y la aspiración
sublime, hasta el mismo trono de Dios.
9.- La constancia.
Sabiendo que el fracaso está solamente en dejar de
luchar contra cualquier obstáculo, continuará paciente
y persistentemente, tratando de vivir los elevados
ideales enseñados por Cristo.
10.- La Humildad.
Conociendo que es imperfecto y se equivoca todos
los días, evitará aparentar o presumir en cualquier
campo, consciente de que, bien mirado, no sabe
nada y de nada tiene derecho a presumir.