¿Cuántas veces nos sentimos sin alas para volar no? Es como
que algo tiró fuerte de ellas y sentimos como que se desprendieron
de nuestro cuerpo y miramos y no las encontramos... Las teníamos
y en ese volar caimos en pantanos y agitados por salir se
lastimaron, se ensuciaron y el barro hizo que su peso sea
mayor que el de nuestro cuerpo y nos costó volar...
Nos quedamos muchas veces en el suelo
esperando que se alivianen para seguir
pero el barro a medida que se secaba
las endurecía aún más.
Y allí estamos hoy... Con alas endurecidas
y sin poder volar o sin alas...
¿Qué nos pasó? ¿Por qué lugares volamos que
nos quedamos sin fuerzas, sin
ganas, sin esperanzas?
Alas... Nos hace falta tener nuevamente
nuestras alas abiertas... Nos hace
falta sentir que vale la pena seguir...
La vida nos demuestra a cada paso que
nuestro vuelo no siempre es el que
esperamos, que hay pantanos como así tambien
aves de rapiña que quieren
que desistamos, que ya no avancemos...
¿Sentimos temor por el futuro? ¿Estamos
todavia tratando de salir de ese
pantano? ¿Estamos agotados? ¿ Equivocamos el camino
y estamos perdidos en la oscuridad? ¿Deseamos que la vida
ponga su punto final ahora? ¿Por qué?
El dolor puede ser enorme, la tristeza profunda,
lo sucedido inolvidable, y
si todo cambia? ¿Y si de pronto nos encontramos
ayudando a otros a salir del
pantano?
No hay ningún pájaro que haya volado toda su
vida sobre un oasis o sobre un
manantial... No... Todos sienten en un
momento deseos de no seguir.
Todos se enfrentan a grandes tormentas, a
fuertes vientos que sacuden su vida
entera.
Todos alguna vez se sienten ahogados por haber
caido en tierras pantanosas...
Pero sin embargo sacuden sus alas aún hasta en sus últimos
minutos con la esperanza de seguir y por sobre todo de volver a volar...
Extendamos nosotros tambien nuestras alas... Tengamos
esperanza, apostemos a la vida, miremos el horizonte y
solo giremos la cabeza para decir adios a todo aquello que
nos hizo perder nuestras ganas de seguir volando hacia el infinito.