Tener la fe y dirigir las plegarias al Señor es inútil si no hemos comenzado a hacer un trabajo en el cual hayamos puesto al menos, como el jardinero, una semilla en la tierra. Aquel que se contenta diciendo: «Señor, Te lo ruego, dame el amor, la sabiduría, la fuerza, la paz, la alegría…» el Señor le responderá: «De acuerdo, pero para que pueda atenderte, es necesario que al menos hayas sembrado una semilla. Te pareces a un jardinero que le pide al sol y a la lluvia que hagan crecer verduras y flores sin haber sembrado ni plantado nada. – Pero Señor, nos han enseñado que si Te invocamos… – Aquellos que te han enseñado, responderá el Señor, son unos ignorantes, no han aprendido que las leyes del mundo psíquico son idénticas a las leyes del mundo físico, y yo no puedo modificar estas leyes para satisfacer a los perezosos. Si tú quieres que te atienda, debes comenzar a trabajar.» He aquí una pequeña conversación muy interesante que muchos podrían tener con el Señor. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov==== |