Una solución tan simple la que se nos da y sin embargo pocas veces la ponemos en práctica, porque lo usual es que nos aferremos al problema, con lo cual en vez de solucionarlos nos embrollamos más, porque perdemos objetividad, la impaciencia nunca es buena consejera ni en los problemas espirituales, ni tampoco en los materiales.
Cuando nos alejamos un poco del problema, nos damos el tiempo necesario para considerarlo como un desafío del cual debemos sacar las lecciones que él quiere darnos, porque los problemas nunca son castigos, sino por el contrario oportunidades para crecer en paciencia y discernimiento, porque no podemos olvidar que "la sabiduría del hombre nace de las pruebas y los errores de la experiencia humana.58"
Alejarse de los problemas no significa ser indiferente o ignorarlos, sino muy por el contrario, al alejarnos de ellos nuestra mente se enfría y tenemos una mejor visión para resolverlos con imparcialidad, sin aumentarlos por el miedo, ni tampoco empequeñecerlos por soberbia o indolencia, porque el "conflicto es malo en cuanto inhibe la función creadora de la vida interior, es una especie de guerra civil en la personalidad La creatividad interior contribuye a ennoblecer el carácter a través de la integración de la personalidad y de la unificación del yo. Es por siempre verdad: el pasado es incambiable; tan sólo el futuro puede ser cambiado por el ministerio de la creatividad presente del yo interior.1221"
Es en los momentos de prueba cuando deberíamos recordar que no sólo nosotros los humanos debemos aprender de ellos ahora, sino que "deberemos seguir haciéndolo en nuestro camino ascendente hacia Havona porque los Ayudantes de los peregrinos enseñan un bosquejo de cada requisito del Paraíso. Pero mucho antes de llegar a Havona, los hijos ascendentes del tiempo han aprendido a disfrutar de la incertidumbre, alimentarse de la desilusión, entusiasmarse frente a la derrota aparente, vigorizarse en presencia de dificultades, exhibir valor indomable frente a la inmensidad, y ejercer una fe inconquistable al enfrentarse con los desafíos de lo inexplicable. Por mucho tiempo, el grito de batalla de estos peregrinos ha sido: «Juntamente con Dios, nada —absolutamente nada— es imposible. 191"
Mientras más pronto aprendamos a lidiar y aprovechar nuestros problemas, más avanzado tendremos el camino hacia la eternidad, porque no podemos olvidar que "en los mundos de estancia los sobrevivientes mortales resurgidos reanudan su vida exactamente desde donde la interrumpieron cuando los sobrecogió la muerte. Reanudarás tu capacitación intelectual y desarrollo espiritual, en el nivel exacto en el que se te interrumpiera debido a la muerte. Entre el momento de la muerte planetaria, o el traslado, y la resurrección en el mundo de estancia, el hombre mortal no gana absolutamente nada, aparte de experimentar el hecho de la supervivencia. Comienzas allí donde te interrumpes aquí. 533"
Como si todas estas razones no fuesen suficientes para tomar nuestros problemas y pruebas con calma y sabiduría, deberíamos recordar que todas nuestras vivencias también son aprovechadas a nivel cósmico, porque "El Supremo es Dios en el tiempo; él es el secreto del crecimiento de la criatura en el tiempo; también es suya la conquista del presente incompleto y la consumación del futuro en proceso de perfeccionamiento. Y los frutos finales de todo crecimiento finito son: control del poder por el espíritu mediante la mente en virtud de la presencia unificadora y creadora de la personalidad. La consecuencia culminante de todo este crecimiento es el Ser Supremo1280"
Nuestra misión en este mundo no es solamente terrenal, sino también de alcance cósmico.
yolanda silva solano
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