Este es mi Hijo amado. Escúchenlo». El movimiento de Jesús nació escuchando su llamada. Su Palabra, recogida más tarde en cuatro pequeños escritos, fue engendrando nuevos seguidores. La Iglesia vive escuchando su Evangelio. Este mensaje de Jesús, encuentra hoy muchos obstáculos para llegar hasta los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Al abandonar la práctica religiosa, muchos han dejado de escucharlo para siempre. Ya no oirán hablar de Jesús si no es de forma casual o distraída.
Hoy, lo único decisivo que podemos ofrecer los cristianos a la sociedad moderna, es la Buena Noticia proclamada por Jesús, y su proyecto de una vida más sana y digna. No podemos seguir teniendo sólo para nosotros la fuerza humanizadora de su Evangelio. Tenemos de hacer que la Palabra corra limpia, viva y abundante por nuestras comunidades. Que llegue hasta los hogares; que la puedan conocer quienes buscan un sentido nuevo a sus vidas; que la puedan escuchar quienes viven sin esperanza.
José Antonio Pagola
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