Creo que en esta frase en apariencia simple, está resumida la verdadera misión de Jesús al encarnarse como uno más de nosotros, El vino a enseñarnos que Dios es nuestro Padre y que como sus hijos tenemos que hacer su voluntad y ella consiste precisamente que tengamos plena libertad espiritual para llamarlo como nos nazca porque "El nombre que se le dé es de poca importancia; lo significativo es que debéis conocerle y aspirar a ser semejante a él. El Padre Universal nunca impone ninguna forma de reconocimiento arbitrario, de adoración formal, ni de servicio servil a las criaturas volitivas inteligentes de los universos. Los habitantes evolucionarios de los mundos del tiempo y el espacio deben por sí mismos en su corazón reconocerle, amarle, y voluntariamente adorarle. El Creador rehusa ejercer coerción o imponer la sumisión al libre albedrío espiritual de sus criaturas materiales. 22"
Desgraciadamente, desde un comienzo las religiones de autoridad han coartado esta libertad tan preciada que Jesús nos trajo, ellas la han hecho desaparecer bajo los muros del dogmatismo, las rivalidades y el egoísmo de los ritos exclusivos, proclamando como Verdad solamente la que cada uno profesa, aislando y condenando a los demás hasta llegar a verdaderas masacres en nombre de la protección de la fe. Fue preciso que pasaran muchos siglos antes que en el Segundo Concilio Vaticano, la iglesia católica se abriera al proceso ecuménico de vivir en paz con las otras religiones.
Jesús no sólo nos quiere libres de dogmas, sino que además nos pide que seamos originales, es decir que tengamos nuestro propio ADN espiritual que no obedezca a ninguna otra orden que no sea la de nuestro Espíritu residente, que nos sugiere como ser prefectos y acercarnos a nuestro Padre. El está siempre presente y dispuesto a ayudarnos, pero "no intenta controlar vuestro pensamiento como tal, sino más bien espiritualizarlo, para eternizarlo. Ni los ángeles ni los Ajustadores se dedican directamente a influir sobre el pensamiento humano; ésa es prerrogativa exclusiva de vuestra personalidad.1205"que debe buscar a Dios por sí mismo en su propio corazón.
Es por ésto que un seguidor de las enseñanzas del LU no necesita de nuevos mensajes, ni revelaciones de contactado alguno, porque sabe que la Verdad y la religión no están fuera, ni nadie puede darnosla, porque "la verdad no se puede definir en palabras, sino tan sólo viviéndola. La verdad es siempre más que conocimiento. El conocimiento pertenece a las cosas observadas, pero la verdad trasciende esos niveles puramente materiales porque se asocia con la sabiduría y abarca tales imponderables como la experiencia humana, incluso las realidades espirituales y vivientes1459"
Lo que Jesús nos pide es unidad, lo cual no quiere decir igualdad pues él bien sabía que " cada hombre es distinto de los demás, y así enseñó a sus apóstoles. Repetidamente les advirtió que no intentaran moldear a los discípulos y a los creyentes según un modelo preestablecido. Lo que buscaba era que cada alma pudiera desarrollarse a su propia manera, como individuo distinto y en vías de perfeccionamiento ante Dios. 1582" Seamos pues fieles a estos deseos de Jesús y no nos dejemos manipular por nadie, porque " El hombre no necesita ir más allá de su propia experiencia interior de contemplación del alma de esta presencia de realidad espiritual, para encontrar a Dios e intentar la comunión con él.62"
Ser originales en nuestra fe, está implicito en ese renacer que nos hablaba Jesús si queríamos entrar en el Reino, porque "el verdadero hijo del discernimiento universal busca el Espíritu vivo de la Verdad en toda palabra sabia. La persona conocedora de Dios está constantemente elevando la sabiduría a los niveles de la verdad viva de alcance divino; el alma espiritualmente no progresiva, mientras tanto, arrastra hacia abajo a la verdad viva hasta los niveles muertos de la sabiduría y el dominio del puro conocimiento exaltado.1949"
No permitamos que nuestra vida interior se vuelva monótona ni menos intolerante, renovémonos cada día nuestra fe para que ella no se convierta en una creencia muerta y la única forma de conseguirlo, es que nuestra fe se vea reflejada en nuestras actitudes, pensamientos y obras de nuestra vida cotidiana, porque "la fe salvadora nace en el corazón humano cuando la conciencia moral del hombre comprende que los valores humanos pueden ser transformados en experiencia mortal de lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad.1118"
yolanda silva solano