Un buen economista no debe preocuparse solamente de la producción y de la distribución de las riquezas; también debe ser capaz de prever. Sí, la economía es la ciencia de la previsión. Y prever, no es contentarse con soluciones que son tal vez buenas de momento, porque ¿qué sucederá más tarde? El día en el que un país se da cuenta de que se ha comprometido en un camino que se vuelve peligroso, le es muy difícil retroceder. ¡Se ven tantos ejemplos! Dirás: «¿Pero qué debemos hacer? La mayoría de nosotros no tiene los medios para intervenir en los asuntos del país.» No digo que debamos intervenir directamente, pero comprender que
la
economía no es únicamente un asunto de economistas, es también un asunto de todos nosotros. En tanto que seres humanos, en tanto que células de un organismo vivo, podemos actuar, pero para esto debemos desarrollar nuestra conciencia y nuestro sentido de las responsabilidades. Si esta toma de conciencia no se realiza, la economía, en lugar de aportar prosperidad cómo lo pretende, llevará a la ruina a numerosos países. " Omraam Mikhaël Aïvanhov
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