CAMINO DE LA VIDA
Pues en ti están las palabras de la vida eterna.
Dinos cuáles son los pecados que debemos evitar,
para que nunca más conozcamos la enfermedad”.
“Así sea según vuestra fe”,
y se sentó entre ellos diciendo:
“Fue dicho a aquellos de los antiguos tiempos:
‘Honra a tu Padre Celestial y a tu Madre Terrenal y cumple sus mandamientos, para que tus días sean cuantiosos sobre la tierra’.
Y luego se les dio el siguiente mandamiento:
pues Dios da a todos la vida, y lo que Dios ha dado no debe el hombre arrebatarlo.
Pues en verdad os digo que de una misma Madre procede cuanto vive sobre la tierra.
Por tanto quien mata, mata a su hermano.
Y de él se alejará la Madre Terrenal y le retirará sus pechos vivificadores.
Y se apartarán de él sus ángeles y Satán tendrá su morada en su cuerpo.
Y la carne de los animales muertos en su cuerpo se convertirá en su propia tumba.
Pues en verdad os digo que quien mata se mata a sí mismo,
y quien come la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte.
Pues cada gota de su sangre se convierte en la suya en veneno;
su respiración en la suya en hedor;
su carne en la suya en forúnculos;
sus huesos en los suyos en yeso;
sus intestinos en los suyos en descomposición;
sus ojos en los suyos en costras;
sus oídos en los suyos en ceras.
Y su muerte será la suya propia.
Pues solamente en el servicio de vuestro
Padre Celestial son vuestras deudas de siete años perdonadas en siete días.
Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, vida por vida, muerte por muerte.
Pues el costo del pecado es la muerte.
No matéis, ni comáis la carne de vuestra inocente presa, no sea que os convirtáis en esclavos de Satán.
Pues ese es el camino de los sufrimientos y conduce a la muerte.
Sino haced la voluntad de Dios, de modo que sus ángeles os sirvan en el camino de la vida.
Obedeced, por tanto, las palabras de Dios:
Mirad, os he dado toda hierba que lleva semilla, sobre la faz de toda la tierra, y todo fruto de árbol, en el que se halla el fruto de una semilla que dará a el árbol. Este será vuestro alimento.
Y doy toda hierba a todo animal de la tierra, y a toda ave del cielo, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, donde se halle el aliento de la vida, doy toda hierba verde como alimento.
También la leche de todo lo que se mueve y que vive sobre la tierra será vuestro alimento.
Al igual que a ellos les he dado toda hierba verde, así os doy a vosotros su leche.
Y en verdad demandaré vuestra sangre que brota con fuerza, y vuestra sangre en la que se halla vuestra alma.
Demandaré todos los animales asesinados y las almas de todos los hombres asesinados.
Pues yo el Señor tu Dios soy un Dios fuerte y celoso, castigando la iniquidad de los padres sobre sus hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos quienes me odian, y mostrando misericordia hacia los millares de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos.
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