Hay hombres y hombres hay..
Hombres que son hermanos,
Hijos, esposos, amigos,
Como arco iris de colores hay gran variedad de hombres
Que habitan en la Humana dimensión.
Pero todos los hombres que hay
del mismo origen divino son,
solo en distinto momento de evolución,
con fragilidades humanas,
con dones divinos
con un humano destino,
pero con la misma esencia divina…
Hay hombres que se alejan de la luz,
que sin darse cuenta pierden todo,
pero hay otros que al perderlo todo
en la nada encuentran su totalidad.
Hay hombres inconscientes
que caminan hacia la perdición,
pero los que son conscientes de su camino,
siempre van a su interior,
alimentan su alma cada día
porque siembran semillas de amor…
Hay hombres entregados
a nuestro mismo caminar
que consuelan en la aflicción,
hay hombres que se encuentran
subiendo el último escalón,
hombres que aún habiendo llegado
bajan de nuevo para tender su mano,
a otros humanos en su dolor
amando a todos y a todo
como lo manda el Creador…
Hay hombres que te regalan obras de perfección,
hombres que están despiertos e iluminados,
hombres que son luz para los que no ven,
que te dan todo su conocimiento y sabiduría,
sin ninguna condición,
tan solo la de amar y ser amados
ya que para eso fueron creados.
Hay hombres que son maestros
y cada día enseñan con su ejemplo,
Hay hombres cuyo reino es servir al más pequeño,
protegiendo y enseñando como verdadero hijo de Dios,
hay hombres que dan todo lo que tienen,
porque solo buscan el regreso a la sagrada mansión,
hay hombres que siguen la ley de Dios fielmente,
porque saben que dando es como se recibe
y amando es como se es amado…
Hay hombres que buscan ser y hombres que solo son,
hay hombres sabios y otros que están perdidos,
hombres iluminados y otros que aun no encuentran su luz,
pero todos los hombres son Almas Hermanas
y son en esta humana dimensión
complementos divinos en nuestra evolución.
Por eso no olvidemos que los hombres
son esos Ángeles que en la humana dimensión
nos acompañan en el recorrido del camino cada dia
como una bendición de Dios…