Podemos ver la vida desde observatorios distintos que nos muestran aspectos diferentes de su esplendor, o podemos verla desde una misma posición que sólo nos muestra algún fragmento del conjunto.
El observador que no cambia a través de su aprendizaje está atrapado en la monotonía del paisaje conocido que le devuelve las imagenes estancadas de su memoria y no las imagenes palpitantes del entorno que le rodea.
H. B.