A pesar de ser la democracia un ideal, es fruto de la civilización, no de la evolución. ¡Proceded despacio, elegid con esmero! pues los peligros de la democracia son:
1. La glorificación de la mediocridad.
2. La elección de gobernantes viles e ignorantes.
3. El desconocimiento de los hechos primordiales de la evolución social.
4. El peligro del sufragio universal en manos de mayorías incultas e indolentes.
5. La esclavitud a la opinión pública; no siempre tiene razón la mayoría.
La opinión pública, la opinión común, siempre ha retrasado a la sociedad; no obstante, es valiosa, pues, al retardar la evolución social, logra preservar la civilización. El método de educar la opinión pública es el único efectivo y seguro para acelerar la civilización; la fuerza no es sino una conveniencia temporal, y el desarrollo cultural se acelera notablemente cuando las balas ceden el paso a la boleta electoral. La opinión pública, las costumbres establecidas, constituye la energía elemental y primordial de la evolución social y del desarrollo del estado; pero, para tener valor estatal, tiene que expresarse en forma no violenta.
Para medir el progreso de la sociedad, se determina hasta qué grado la opinión pública puede controlar la conducta personal y la regulación estatal mediante la expresión no violenta. El gobierno verdaderamente civilizado llegó cuando se revistió la opinión pública de las facultades del sufragio personal. Las elecciones populares no siempre decidirán las cuestiones acertadamente, pero sí representan la forma acertada incluso de desacertar. La evolución no produce perfección superlativa al instante, sino, más bien, una adaptación práctica comparativa y progresiva.
Ningún gobierno perdura mucho tiempo si no logra conceder el derecho de disfrutar de la propiedad personal en alguna forma. El hombre anhela el derecho de usar, controlar, conferir, vender, arrendar y legar su propiedad personal.
Ningún gobierno civil será duradero y efectivo sin que la ciudadanía disponga y se valga de técnicas prudentes para guiar y controlar a los titularizados y los funcionarios públicos.
Ninguna sociedad ha progresado mucho permitiendo la ociosidad o tolerando la miseria. Pero jamás podrán eliminarse la miseria y la dependencia si las cepas defectuosas y degeneradas son mantenidas gratis y se les permite reproducirse sin restricciones.
Una sociedad moral debe proponerse preservar la dignidad de su ciudadanía y brindar a todo individuo normal una oportunidad adecuada para su autorrealización. Este plan de logro social produciría una sociedad cultural de orden superior. La evolución social debe ser fomentada por una supervisión gubernamental que ejerza un mínimo de control regulador. El mejor estado es aquél que coordina más y gobierna menos.
Los ideales de la existencia estatal se deben lograr mediante la evolución, el desarrollo lento de la conciencia cívica, el reconocimiento de la obligación y privilegio del servicio social. Después de una administración de oportunistas políticos, los hombres primero asumen las cargas del gobierno como deber, para más tarde ir en pos de este servicio porque lo consideran un privilegio, el honor máximo. La condición de cualquier nivel de civilización se refleja claramente en la calidad de los ciudadanos que se ofrecen para aceptar las responsabilidades del estado.
Una sociedad moral debe proponerse preservar la dignidad de su ciudadanía y brindar a todo individuo normal una oportunidad adecuada para su autorrealización. Este plan de logro social produciría una sociedad cultural de orden superior. La evolución social debe ser fomentada por una supervisión gubernamental que ejerza un mínimo de control regulador. El mejor estado es aquél que coordina más y gobierna menos.
La aparición de la verdadera hermandad significa que ha llegado un orden social en el cual se deleitan todos los hombres sobrellevando los unos las cargas de los otros; de hecho desean poner en práctica la regla de oro. Pero no se puede lograr una sociedad tan ideal cuando los débiles o malvados están a la expectativa para aprovecharse de modo injusto e impío de los que son motivados fundamentalmente por la devoción al servicio de la verdad, la belleza y la bondad. En esta situación un solo proceder resulta práctico: los seguidores de la «regla de oro» pueden establecer una sociedad progresiva en la cual vivan de acuerdo con sus ideales, al mismo tiempo que mantengan una defensa adecuada contra sus semejantes sumidos en la ignorancia, quienes quizás pretenderán explotar sus predilecciones pacíficas, o bien, destrozar su civilización en avance.
La supervivencia nacional exige el estado de preparación militar y sólo el idealismo religioso puede impedir que se prostituya la preparación convirtiéndose en agresión. Sólo el amor, la hermandad, pueden impedir que los fuertes opriman a los débiles.
La competición es esencial para el progreso social, pero la competencia, sin tasa ni medida, engendra la violencia.
Hoy por hoy la economía motivada por el lucro está destinada al fracaso, a no ser que los motivos de lucro puedan ser superados por motivos de servicio. La competición despiadada que se basa en el egoísmo de miras estrechas, a la larga, destruye aquello que procura mantener. La motivación egoísta y exclusiva de lucro es incompatible con los ideales cristianos —mucho más incompatible con las enseñanzas de Jesús.
En la economía, la motivación de lucro es para la motivación de servicio lo que el temor es para el amor en la religión. Pero el motivo del lucro no ha de destruirse ni eliminarse de manera repentina; mantiene trabajando duro a muchos mortales que de lo contrario serían perezosos. No es forzoso, sin embargo, que este excitador de energía social sea perennemente egoísta en sus objetivos
El estado duradero se funda en la cultura, dominado por ideales y motivado por el servicio. El propósito de la educación debe ser la adquisición de conocimientos, la consecución de la sabiduría, la autorrealización y el logro de valores espirituales.
En el estado ideal, la educación continúa toda la vida, y la filosofía algunas veces se convierte en el objetivo principal de sus ciudadanos. Los ciudadanos de tal mancomunidad van en la búsqueda de la sabiduría para compenetrarse más intensamente con la significación de las relaciones humanas, los sentidos de la realidad, la nobleza de los valores, las metas de la vida y las glorias del destino cósmico.
Los urantianos deben lograr la perspectiva de una sociedad cultural superior y nueva. La educación alcanzará nuevos niveles de valor al pasar el sistema de economía motivado puramente por el lucro. La educación ha sido demasiado tiempo provinciana y militarista, exaltando el ego y buscando el éxito; a la larga tendrá que ser global, idealista, de autorealización y de comprensión del cosmos.
La evolución del estado supone el progreso de un nivel a otro, como sigue:
1. La creación de un gobierno de tres componentes: las ramas ejecutiva, legislativa y judicial.
2. La libertad de las actividades sociales, políticas y religiosas.
3. La abolición de todas las formas de esclavitud y cautiverio humanos.
4. La capacidad de la ciudadanía de controlar la gravación de impuestos.
5. El establecimiento de la educación universal —extensión del aprendizaje desde la cuna hasta la tumba.
6. El equilibrio debido entre los gobiernos local y nacional.
7. El fomento de las ciencias y la conquista de las enfermedades.
8. El reconocimiento debido de la igualdad de los sexos y el funcionamiento coordinado de hombres y mujeres en el hogar, la escuela y la iglesia, con servicio especializado de las mujeres en la industria y el gobierno.
9. La eliminación de la esclavitud en el trabajo por la invención de las máquinas y el dominio ulterior de la edad mecanizada.
10. La conquista de los dialectos —el triunfo de una lengua universal.
11. El fin de las guerras —la sentencia internacional de las desavenencias nacionales y raciales en cortes continentales de las naciones, presididas por un tribunal supremo planetario compuesto de jueces reclutados automáticamente de los antiguos jueces periódicamente jubilados de las cortes continentales. Las cortes continentales son de carácter autoritario; la corte mundial es de asesoría —de carácter moral.
12. La tendencia mundial de ir en pos de la sabiduría —la exaltación de la filosofía. La evolución de una religión mundial que presagie la entrada del planeta a las fases anteriores del establecimiento en luz y vida.
Éstos son los requisitos previos del gobierno progresivo y las características del estado ideal. Urantia dista mucho de ser la realización de estos ideales exaltados, pero las razas civilizadas han comenzado la marcha —la humanidad va encaminada hacia destinos evolutivos superiores.
7.- Otra de las proposiciones " Monjoronsón discute brevemente la reducción de la especie humana, lo cual proporciona el eje central para una discusión muy extensa sobre sostenibilidad en el resto de las transmisiones.
El LU dice: "El gran número de la población es indispensable para la diseminación de la civilización. Si todos los demás factores son equivalentes, un pueblo numeroso dominará la civilización de una raza más pequeña. Por lo tanto si no se aumentan los números de los habitantes hasta cierto punto necesario no se ob tendrá la realización plena del destino nacional, pero llega un punto en el aumento de la población, después del cual un crecimiento mayor sería equiva lente al suicidio. La multiplicación más allá de la razón óptima entre tierra y hombre significa una disminución del nivel de vida o una expansión inmediata de los límites territoriales mediante penetración pacífica o conquista militar por la ocupación forzosa. A veces os espantan las destrucciones de la guerra, pero debéis reconocer la necesidad de producir grandes números de mortales para permitir amplia oportunidad al desarrollo social y moral; mediante dicha fertilidad planetaria muy pronto se presenta un grave problema de sobrepoblación. La mayor parte de los mundos habitados son pequeños. Urantia es de tamaño medio, tal vez ligeramente menor. La estabilización óptima de la población nacional mejora la cultura y previene la guerra. Y la nación que sabe cuándo detener su crecimiento es sabia. 908 (Reconozco que personalmente soy una de las que se espantan ante esta cita que me recuerda al libro Defendámonos de los Dioses" de Freixedo.)
8.- Monjoronson dijo que "el Gobierno Planetario abordaría las bases en la educación de la verdad, mientras que el trabajaría desde arriba hacia abajo"
Los cambios y transformaciones deben nacer de la evolución personal y espiritual de cada uno de nosotros, los seres humanos, pues " en cualquier nivel de existencia, Dios no puede exceder la capacidad conceptual de los seres que viven en dicho nivel. El hombre mortal debe, a través del reconocimiento de la verdad, de la apreciación de la belleza, de la adoración y de la bondad, evolucionar en el reconocimiento de un Dios de amor y luego progresar a través de niveles ascendentes de deidad, a la comprensión del Supremo. La Deidad, habiendo sido comprendida así como unificada en poder, puede entonces ser personalizada en el espíritu para la comprensión y logro por parte de la criatura.641" ya que la"fe salvadora nace en el corazón humano cuando la conciencia moral del hombre, comprende que los valores humanos pueden ser transformados en experiencia mortal de lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad.1118" por tanto es un gran error, estar siempre a la espera que desde el alto cielo venga alguién a hacer, lo que cada uno de nosotros debe merecer, según sean sus obras. Las "Correcciones" no pueden venir desde afuera, pues cada quien debe hacerlas en su alma, a medida que haya sido capaz de sacarle el significado a lo que hace en su vida cotidiana, pues " ni siquiera el amor infinito de Dios puede imponer la salvación de una criatura mortal que no elija sobrevivir.1638"
A estas alturas, los seres humanos no necesitamos, que supuestas Personalidades nos digan lo que ellos harán para corregir nuestro destino, porque "El Padre Universal no se ha retirado de la administración de los universos; él no es una Deidad inactiva. En este mismo momento, así como durante las remotas eras del pasado y en el futuro eterno, Dios lo sigue sustentando. El alcance divino se extiende alrededor del círculo de la eternidad. Al universo no se le da cuerda como un reloj que anda por tiempo determinado y luego cesa de funcionar; todas las cosas están siendo constantemente renovadas.55" pues "El Padre Universal tiene un propósito eterno relacionado con los fenómenos materiales, intelectuales y espirituales del universo de los universos, el cual lleva a cabo durante todo el tiempo. Dios creó los universos por su libre y soberana voluntad, y los creó de acuerdo con su propósito omnisapiente y eterno.34 y mientras nosotros reconozcamos su paternidad y nos entreguemos a su plan con amor y anhelemos hacer su Voluntad, nada tenemos que esperar, ni temer.
No necesitamos de Avonales, porque, "el género humano en Urantia ha de resolver sus problemas de desarrollo mortal, con la descendencia humana con lo que ya cuenta, no evolucionarán más razas de las fuentes prehumanas, por todo el tiempo futuro. Pero, lo antedicho no excluye la posibilidad de lograr niveles de desarrollo humano muy superiores por medio del fomento inteligente de los potenciales evolucionarios, que siguen residiendo en las razas mortales. Lo que nosotros, los Portadores de Vida, hacemos por fomentar y conservar las especies de vida antes de la aparición de la voluntad humana, ha de hacer el hombre mismo, tras tal acontecimiento y posteriormente a nuestro retiro de la participación activa en la evolución. En modo general, el destino evolucionario del hombre está en sus propias manos, y la inteligencia científica, tarde o temprano, tiene que reemplazar el funcionamiento aleatorio de la selección natural incontrolada y la supervivencia casual.734"
continúa