La manera en la que comenzamos la mañana tiene a menudo bastante que ver en cómo se va a desarrollar el resto del día. Si nada más abrir los ojos y tomar conciencia de la realidad, comienzan a brincar en nuestra mente todos los problemas e inconvenientes que habremos de afrontar en el día, es normal que en ocasiones prefiramos seguir en la cama y que el mundo se las arregle sin nosotros.
Ponte una meta al iniciar el día. ¿Sabes cuál es la diferencia entre un sueño y una meta? Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es solo un sueño, algo que esta fuera de la realidad… así que atrévete a soñar, pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad! “Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, llegarás a las estrellas…”
Y recuerda que esta meta que comienza y trazas en tu pensamiento, asegúrate tenga la suficiente motivación para llevarte a la acción y a las ganas de llenarte de energía para enfrentar el día