Por si alguno no puede ver la imagen de hoy, les cuento que es un banco vacío en medio de un campo precioso cubierto de flores multicolores. Al verlo ¿qué es lo primero que se nos viene a la mente? El banco solitario o la belleza de las flores? Así es la vida, nos muestra cosas diferentes para que nosotros saquemos nuestras propias conclusiones y aprendamos de ellas.
Les confieso que hoy pretendía escribir sobre la alegría de vivir, pero pensé que para poder disfrutar de ella, lo primero que teníamos que hacer es desapegarnos del sufrimiento, porque muchas veces a nivel inconsciente ponemos nuestra atención en lo negativo, para poder justificar el sufrimiento real o imaginario y darle así sentido a nuestra vida y poder quejarnos y tratar de atraer la atención de los demás y nuestra propia autocompasión. Estas emociones ocurren a nivel inconsciente, por eso es tan importante el penetrar en nuestro mundo interno, para conocernos como realmente somos y darnos cuenta de cuales son las intenciones que en verdad motivan nuestra vida y hasta que punto nos inventamos problemas y depresiones.
El día que realmente nos propongamos que queremos ser felices, primero tenemos que aprender a conocer la verdadera naturaleza y el significado y la función del sufrimiento. Darnos cuenta que él no es un castigo de Dios, sino muy por el contrario es una gran oportunidad para crecer espiritualmente, pues "el Padre no aflige a propósito a sus hijos, el hombre sufre por los accidentes del tiempo y por las imperfecciones que se derivan de una existencia física inmadura, pero en ningún caso son el castigo personal del juicio divino.1664 por tanto ante el dolor o la prueba, no debemos tener una actitud ni de rebeldía, ni tampoco de una aceptación ciega, sino ver en él una motivación para crecer moral y espiritualmente, porque es " la oportunidad para demostrarle a nuestro Padre que queremos "aceptar su voluntad, cualquiera que ella sea, porque nuestro mañana está totalmente en sus manos.1436
La mejor manera de que el sufrimiento no sea algo dañino y nos permita ser felices apesar del entorno, es haciéndonos conscientes de él, sin rehuirlo sino tratando de comprender el por qué estamos sufriendo, porque sólo cuando lo comprendemos lo podemos aceptar en forma positiva, sabiendo que es una energía que podemos transmutar y usar para nuestro provecho espiritual. La primera lección que debemos aprender respecto al dolor o la prueba, es que el sufrimiento no es un mal ni una injusticia, porque mientras lo veamos de esta forma no podremos aprender a transformarlo en algo positivo para nuestra alma, al tomar conciencia que "el dolor y el sufrimiento son esenciales para la evolución progresiva.951 dejamos de verlo como algo negativo y podemos usarlo en nuestro provecho.
El sufrimiento es necesario para nuestra evolución espiritual, porque es en medio de él cuando el alma refleja lo que verdaderamente siente el corazón, porque no podemos percibir la verdad, hasta que no la experimentamos con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas si no es en las adversidades.557" es por lo mismo, que el Espíritu que en nosotros mora "no está interesado en hacer fácil la carrera mortal, más bien les interesa hacer vuestra vida razonablemente difícil y áspera para que las decisiones se vean estimuladas y multiplicadas.1192
Sin duda que el sufrimiento templa nuestro carácter, en los momentos de prueba salen a relucir energías que no teníamos ni idea de que poseíamos. Es muy cierto el refrán que dice que de las pruebas "sacamos fuerza de las flaquezas" porque ellas nos hacen madurar y nos alejan de la rutina diaria que cansa y agota, nos hace más consciente de nuestras limitaciones y también de nuestras fuerzas ocultas, lo cual permite conocernos más a nosotros mismos. Nuestro orgullo se ve disminuído y entonces somos capaces de buscar comprensión y ayuda en los demás, lo cual nos hace más humanos y más sensibles al dolor ajeno. Somos capaces de darnos cuenta que "comprender a nuestros hermanos y entender sus problemas es aprender a amarlos y esto se convierte en una experiencia sublime.1431
Sabemos que somos dueños de nuestro destino, pero pocas veces nos damos cuenta, que eso nos transforma en escultores de nosotros mismos y así como el artesano usa el cincel para realizar su obra, el sufrimiento es la herramienta que la Maestra Vida pone en nuestras manos, para que forjemos nuestro destino. En nuestra mente está hacer una obra de arte o un adefesio que más temprano que tarde nos va a avergonzar, pues el sufrimiento no asumido, se puede convertir en un arma mortal, porque llena nuestra alma de temor, de rabia y muchas veces de odio, porque culpamos a otros de lo que nos ocurre, haciendo nuestra vida insoportable porque estas reacciones vienen acompañadas de la depresión y la angustia, formándose un círculo vicioso del cual es muy difícil salir.
Si tenemos presente que "el hombre no debe culpar a Dios por las aflicciones que son el resultado natural de la vida que él elige vivir; tampoco debe el hombre quejarse de esas experiencias que son parte de la vida tal como se la vive en este mundo. Es la voluntad del Padre que el hombre mortal trabaje con perseverancia y firmemente hacia el mejoramiento de su condición en la tierra. La aplicación inteligente permitirá al hombre sobreponerse a buena parte de su miseria en la tierra. 1661" sobre todo, si también aprendemos a poner cierta distancia entre los problemas y nosotros para poder verlos con mayor claridad y serenidad, porque "muchas perplejidades humanas son en realidad inexistentes, muchos problemas aparentemente graves son la creación del temor exagerado y el resultado del recelo magnificado. Hay que aprender que tales perplejidades se manejan mejor alejándose de ellas, porque al poner un poco de distancia y dejar que esos problemas se solucionaran por sí mismos.1611mientras nosotros tratamos de ser felices con las pequeñas grandes cosas que la vida nos regala también a diario.
yolanda silva solano
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