Jesús no perdía oportunidad para recordarnos que el crecimiento espiritual es algo muy concreto, que poco o nada sirven las iluminaciones, los éxtasis ni las canalizaciones, porque " de una cosa estoy seguro: la excitación emocional no es el estímulo espiritual ideal. La excitación no aumenta la energía; más bien agota los poderes tanto de la mente como del cuerpo.1777 porque aflora el ego de creerse especial, lo cual consume fácilmente la energía espiritual necesaria para buscar la evolución y el despertar real de la conciencia, pues "la religión es tan sólo un humanismo exaltado, hasta que se la haga divina mediante el descubrimiento de la realidad de la presencia de Dios en la experiencia personal. 2085
El crecimiento espiritual requiere de una voluntad firme para ser capaces no solamente para saber elegir entre el bien y el mal, sino que también estar dispuestos a servir a nuestros hermanos, porque " mis discípulos deben no sólo cesar de hacer el mal, sino que deben aprender a hacer el bien; debéis no solamente limpiaros de todo pecado consciente, sino también negaros a albergar aun los sentimientos de culpa.1736 Esta facultad de elegir es lo que nos diferencia de los animales, porque " la conciencia social altruista debe ser de base, una conciencia religiosa si ha de ser objetiva; si no lo es, es una abstracción filosófica puramente subjetiva y por lo tanto carente de amor. Sólo el individuo que conoce a Dios puede amar a otra persona, como se ama a sí mismo La autoconciencia es en esencia conciencia grupal: Dios y el hombre, Padre e hijo, Creador y criatura. En la autoconciencia humana existen cuatro comprensiones latentes e inherentes de la realidad universal:
1. La búsqueda del conocimiento, la lógica de la ciencia.
2. La búsqueda de los valores morales, el sentido del deber.
3. La búsqueda de los valores espirituales, la experiencia religiosa.
4. La búsqueda de los valores de la personalidad, la habilidad de reconocer la realidad de Dios como personalidad y la comprensión paralela de nuestra relación fraternal con las demás personalidades.
Tomáis conciencia del hombre como vuestro hermano-criatura porque ya estáis conscientes de Dios como vuestro Padre Creador. La paternidad es la relación de la cual deducimos el reconocimiento de la hermandad. La paternidad se vuelve, o puede volverse una realidad universal para todas las criaturas morales, porque el Padre mismo ha dotado de personalidad a todos aquellos seres y los ha incluido en su circuito, dentro de la atracción del circuito universal de personalidad. Adoramos a Dios, primero, porque él es, luego, porque él está en nosotros, y por último, porque nosotros estamos en él.196
El crecimiento espiritual no puede estar fragmentado por áereas, porque somos parte de un Todo, en donde lo intelectual y lo espiritual se deben fundir en un sólo propósito: tratar de ser perfectos, pues "el culto verdadero, en último análisis, se convierte en una experiencia llevada a cabo en cuatro niveles cósmicos: el intelectual, el morontial, el espiritual y el personal: la conciencia de la mente, el alma y el espíritu, y su unificación en la personalidad. La moralidad de las religiones de evolución impulsa a los hombres hacia adelante en la búsqueda de Dios, por el poder motivado por el temor. Las religiones de revelación atraen a los hombres a buscar a un Dios de amor, porque anhelan hacerse semejantes a él. Pero la religión no es solamente un sentimiento pasivo de «absoluta dependencia» y «certidumbre de supervivencia»; es una experiencia viviente y dinámica de logro de la divinidad, basada en el servicio de la humanidad.66
No nos dejemos llevar por los arrebatos mistícos, ni tampoco por el temor a los pronósticos aterradores que tanto difunden hoy en día los canalizadores, porque nuestra espiritualidad depende en forma exclusiva de cada uno de nosotros, porque "la verdadera religión es la actitud de un alma individual, en sus relaciones conscientes con su Creador.1607 y de esta relación íntima, depende que nuestras vibraciones sean las que hagan sustentable a nuestra Urantia y el Reino se haga visible en nuestras vidas para ejemplo de los que nos rodean.