Libro de Urantia. Pág.67
La mente humana tiene facultades extraordinarias que parecen irse ampliando en la medida que el tiempo transcurre y las circunstancias se lo permiten, pero aún es mucho más lo que ignora, que lo que puede saber.
Dios segruirá siendo para el hombre algo indefinible porque su magnitud es posible imaginar pero no describir con veracidad, pues "en el estado mortal nada puede ser probado en forma absoluta, pues tanto la ciencia como la religión se basan en suposiciones 1139 sin embargo "aunque la razón siempre puede dudar de la fe, la fe puede suplantar siempre tanto a la razón como a la lógica, por tanto las convicciones sobre Dios pueden ser alcanzadas por sabio razonamiento, pero el individuo se torna consciente de Dios, solamente por la fe a través de la experiencia personal. 1124
Si el Reino aún no se manifiesta en forma total sobre Urantia, es porque la fe de la mayoría de los creyentes es una fe colectiva, regida por los "no harás" pero se está lejos de sentir en forma personal y permanente la presencia de Dios. Por eso Jesús decía: "muchos de vuestrros hermanos aceptan la teoría de Dios con la mente, pero espiritualmente no consiguen comprender la presencia de Dios. Pero no es tan importante que conozcáis el hecho de Dios, como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios. Cuando empecéis a encontrarlo en vuestra alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres. 1733 Esta es la premisa que hemos olvidado, porque no es posble amar en forma real a Dios y no saber amar y perdonar a nuestros hermanos, porque "aislar parte de la vida y llamarla religión, es desintegrar la vida y distorcionar la religión.1124
Sentir a Dios, es incorporar su recuerdo y su presencia a nuestra vida cotidiana, hacerlo partícipe de ella como se hace con un buen Amigo, con un Socio que está interesado en nuestros asuntos y nosotros en los de El, sin separaciones de días u horas para el Señor y otras para el trabajo, el placer o el descanso. Sentir a Dios es incluir la presencia divina no a una parte de nuestra vida, sino a toda ella, porque para un verdadero creyente, "la voluntad de Dios puede cumplirse en cualquier ocupación terrenal. 1732
Compartamos con nuestro Padre celestial nuestra vida y veamos como ella siendo la misma, toma una dimensión totalmente diferente porque "una felicidad en crecimiento constante, es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios. 1766 porque su mente y sus sentimientos incluyen el macrocosmos del universo y el microcosmos de nuestro propio cuerpo, pues todo lo que hacemos sea ello bueno o malo, tiene amplia repercusión en ambos, pues "en todo el universo, cada unidad se considera una parte del todo. La supervivencia de la parte depende de la cooperación con el plan y el propósito del todo, el deseo sincero y la disposición perfecta de hacer la divina voluntad del Padre 62 pues "la religión sirve al progreso de todos, porque fomenta el progreso de cada individuo y el progreso de cada uno, es aumentado por el logro de todos.1094
yolanda silva solano