El rechazo nos lleva a lo desconocido, lo que la mayoría de las personas define como malo. Pero las personas
exitosas se condicionan a ellos mismos para reconocer que en el rechazo es donde se encuentran las cosas
buenas. No tienen miedo de encontrar otra puerta.
¿Qué tal si cada vez que enfrentamos el rechazo, pensamos en ello como una oportunidad para nosotros de
abrir una puerta hacia un lugar mejor, en vez de darle tanto poder, tiempo y energía a ese rechazo? Cuando
cambiamos nuestro sistema mental de esta forma, abrimos la puerta con entusiasmo porque nuestro siguiente
nivel está, de hecho, esperando por nosotros.