Cuando le permitimos al ego controlar nuestros pensamientos sobre el negocio, el matrimonio y nuestras relaciones
con otros, una cortina se levanta, la misma oculta la verdad de nuestras vidas (y la Luz de nuestras almas). Dentro de
este capullo, nuestro ego crece y se hace más fuerte, nuestro verdadero ser se oculta más, y la vida se vuelve más oscura.
Esta es la conciencia reactiva. Pero cuando resistimos nuestro ego, derribamos una cortina y podemos ver la verdad
alrededor y dentro de nosotros. Esta es la conciencia proactiva, frenamos nuestros impulsos egocéntricos y desatamos
la voluntad de nuestra alma. Es allí cuando la vida brilla más,porque se encuentra con Dios